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Últimos días en Malasia: visita a Melaka

Según cuenta la leyenda, la ciudad de Melaka o Malaka fue utilizada como puerto desde el siglo xv, cuando Parameswara, un príncipe de Sumatra, decidió que esta ciudad sería el lugar para el reabastecimiento de los barcos comerciales. Por su ubicación geográfica llegó a ser uno de los centros comerciales más importantes junto con Goa, en la India, y Ceilán (Sri Lanka).

Luego, la ciudad fue protectorado chino (1405), después perteneció a los portugueses (1511), luego a los holandeses (1641) y, finalmente, a los británicos en 1795.
Cada uno de ellos dejó alguna huella en la ciudad. La parte que más visitantes recibe es la zona del barrio chino y de la plaza principal, que desde 2008 fue declarada patrimonio de la humanidad.

Vista de la plaza principal “town Square” (algunos la llaman Dutch Square). Se caracteriza por el color bordó de sus construcciones.

Melaka se encuentra a dos horas en bus desde Kuala Lumpur y a tres, desde Singapur. Por esto último, todos los fines de semana la ciudad recibe a miles de singapurenses que van a pasar el fin de semana y a aprovechar los precios baratos de una linda ciudad como Melaka.
Nosotros nos alojamos en la casa de Camara, un chico sudafricano de couchsurfing que se enamoró de la ciudad y decidió quedarse a vivir por un tiempo. Como vive un poco lejos del centro, todos los días nos llevaba a la mañana y nos pasaba a buscar a la noche. La segunda noche nos invitó a comer a un restaurante del que es habitué. Después de la cena, un poco de magia!

Barrio chino en Melaka

Uno de los lugares más lindos es el barrio chino, con calles serpenteantes, farolitos y banderas rojas porque se acerca el Año Nuevo Chino. Una de sus calles principales es la “Jonker Street”, que se transforma en “night market” todas las noches donde se come muy barato y se pueden comprar antigüedades y recuerdos muy lindos (de los que no compramos nada…). Además, se abrieron muchas galerías de arte interesantes.

Una de esas noches en Melaka encontramos en la calle al auténtico y nunca bien ponderado “rompe cocos”. En un show callejero se presentó un personaje que decía romper un coco con el dedo. Se imaginan que el ejercicio de romper el coco duró segundos, así que todo el resto del show (más de una hora) los cocos que rompió fueron los nuestros mientras hablaba sobre las bondades de las cremas y líquidos que vendía para que se te curen todo tipo de dolores.

¿Y a quién agarró de punto? A Dino…. Eso le pasa por ser curioso y querer ver cómo una persona rompía el coco con el dedo. Al final, después de tenerlo más de media hora parado con el coco en la mano en el centro de la escena, le regaló una botellita con el líquido “que todo lo cura”. Creemos que no rompió el coco con el dedo, sino que hizo algunos movimientos rápidos para que parezca que sí lo hizo.

Museo de la belleza y villa Sentosa

El primer día, mientras caminábamos por el barrio chino nos encontramos con René (de México) y Tomoko (de Japón) a quienes habíamos conocido el día anterior en el Thaipusán. Fue una alegría muy grande porque disfrutamos mucho de su compañía. Estuvimos los tres días juntos, charlamos mucho y compartimos muy lindos momentos.

Entre las cosas que hicimos estuvo la visita al museo de la belleza (relacionado con los comentarios que despertó la entrada del Thaipusán, ya que en el museo te muestran cómo fueron cambiando los parámetros de belleza con el transcurro del tiempo y cómo las personas modifican y, en varios casos, lastiman sus cuerpos para lograr ese ideal de belleza).

También visitamos Villa Sentosa, un museo al aire libre donde se ven cómo eran las casas malayas tradicionales a principios del siglo xx. Se llega caminando por la costa del río, que convirtieron en un paseo muy recomendable.

Los tuc tuc de esta ciudad tienen la particularidad de estar muy decorados con flores, muñecos, luces y parlantes que emiten un sonido parecido a la música (same same, but different!!).

La última noche nos tomamos el último bus a Kuala Lumpur para poder despedir a nuestros amigos rusos que nos alojaron tanto tiempo en la ciudad y con los que compartimos muy lindos momentos. Como ellos se fueron de viaje al día siguiente, nosotros nos quedamos en su casa un día más preparando las cosas (tratando de equilibrar los pesos en las mochilas para que ninguna pese más de lo que las aerolíneas lowcost te dejan llevar sin cobrarte mucho) para salir rumbo a Sri Lanka a las 6 de la mañana del día siguiente. Fue un muy lindo mes en Malasia!
La próxima entrada desde Sri Lanka para descubrir juntos este país-isla al sureste de la India. Saludos!!


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