No hay nada que hacer. Las cosas llegan. A veces tardan un poco más, a veces un poco menos, pero llegan. A veces pensamos que los planetas nunca se van a alinear, pero de pronto, y de a poco, comienzan a hacerlo. Algo así pasó con este viaje que se nos viene encima. Digo que «se nos viene encima» porque nos vamos en menos de un mes! Sí, si todo va bien, el 27 de abril estaremos subiendo por primera vez los tres juntos a un avión.
El primer destino es Madrid. No tenemos un itinerario fijo porque no sabemos muy bien qué vamos a recorrer. En principio algo de España y Portugal. Luego iremos a visitar algunos amigos a Bélgica y Holanda y luego la magia del camino dirá. Hay varias ideas, como recorrer los países de la ex Yugoslavia o tomarnos un vuelo barato hacia algún destino asiático. Pero nada está definido. Iremos viendo las oportunidades que se nos vayan presentando en el camino. No tuvimos tiempo de prepara nada. Es más, algunos amigos a los que pensamos pasar a saludar todavía no saben que tenemos el pasaje…
Estamos ansiosos, nerviosos, felices y con nuevos miedos. Creemos que cada experiencia en la vida es diferente. Que todas nos ayudan a crecer un poco más, a reflexionar y a cambiar lo que mucho no nos gusta. Que uno con los años aprende muchas cosas, pero siempre falta algo por aprender. Que todos los desafíos nuevos implican nuevas dudas y nuevos miedos. Pero… qué sería de la vida sin desafíos, sin nuevos sueños, sin nuevas metas… Nos vamos por seis meses y medio. Puede ser mucho o poco de acuerdo desde donde se lo mire. Una de las cosas que más aprendimos viajando es que casi todo es relativo y depende de cuáles sean los anteojos que nos pongamos para verlo. Si lo pensamos desde una mirada de «viajeros solitarios» (sin hijos), nos parece mucho. Mejor dicho, nos parece que está bien en cuanto a que consideramos que todo lo que queremos recorrer podemos hacerlo en ese tiempo (aunque cuando uno está en el camino después sienta que nunca es suficiente). Creemos haber pasado esa etapa en la que queríamos estar viajando durante años sin parar (aunque a Dino de vez en cuando le pica de nuevo el bichito). Ya tuvimos la experiencia de volver cuando queríamos volver. Ahora estamos en otra etapa de nuestras vidas. Con ganas de «instalarnos» en un lugar y de hacer viajes de varios meses a diferentes lugares. De ir y de volver. De estar en movimineto permanente, pero de un movimiento más lento.
Si lo pensamos desde una mirada de «viajeros multitudinarios» (con hijos), nos parece poco en el sentido de que, al ser un ritmo de viaje mucho más lento, no sabemos si vamos a poder visitar todos los lugares que tenemos ganas. Es simple: tendremos que adaptarnos a los tiempos de Tahiel. Posiblemente no publicaremos tan seguido en el blog, pero iremos contando algunas cosas a través de las redes sociales (¿O será el momento de ser «menos blogueros» y «más viajeros»?).
A mí me preocupa no poder encontrar los momentos para escribir (el blog, mis cuadernos, mis trabajos), para caminar con mi cámara de fotos a cuesta o para hacer entrevistas. A Dino sólo le preocupan las 17 horas de vuelo con Tahiel. En realidad, él está concentrado en su nuevo desafío: hacer magia en la calle. Será una nueva apuesta para ganar dinero en el camino.
A los dos nos produce ansiedad saber cómo se sentirá Tahiel y cómo nos iremos adaptando nosotros a la nueva forma de viajar. En el fondo sabemos que él estará feliz porque se adapta en seguida a cualquier lugar y le encanta estar con gente, y que el problema lo tendremos nosotros (como nos dijo una vez el pediatra).
Una de las dudas que tenemos, las demás se las compartiremos en el próximo post, es cómo hacer que Tahiel viaje seguro en los autos al no tener su «sillita». A Dino se le ocurrió hacer un adaptador para los cinturones de seguridad. Por eso, la semana pasada, visitamos Warnes (una calle en el barrio porteño de La Paternal donde se concentran los comercios de venta de repuestos y accesorios para automóviles) y conseguimos que Ernesto nos fabricara un modelo de cinturón de seguridad para Tahiel. De esta manera, podemos hacer dedo con un bebé sin problemas. Está cubierta su seguridad, nuestra tranquilidad y la del futuro conductor al no verse en la situación de tener que llevar a «un bebé suelto».
Ernesto en su negocio de Casa Miguel Cinturones, en Warnes, probando el cinturón de Tahiel.
Tenemos un montón de dudas, sí, pero sabemos que lo importante es tener ganas de hacer lo que vamos a hacer. Y nosotros la tenemos. Además, claro, hay que organizarse. Intentaremos hacerlo.
¿Ustedes nos acompañan desde ahí? ¡Los esperamos!
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Chicos, felicitaciones por el libro, colmado de vivencias. Imposible no disfrutarlo! Mis mejores deseos en este nuevo viaje por comenzar, y esperamos novedades, al igual que el nuevo Magia en el Camino Recargado!! Muy buen viaje a los tres. Saludos!!
Hola Carlos!!
Muchas gracias por tu mensaje! Qué bueno que te gustó el libro!! Y gracias por los buenos deseos!!
Un beso grande de los tres.
Hola aldana! X poquito no nos cruzamos en ezeiza. Yo viajo a Europa con mi bb de 12 meses el 26! Lastima q nosotros si tenemos pasaje de vuelta en 3 semanas
Meli!! Qué justo!!!! Después nos contás cómo fue el vuelo!! El nuestro es muuuuy largo, con largas escalas…. veremos qué pasa! Muy buen viaje!! Suerte!! Besos Aldana
Hola Aldana, me encantó encontrarte con Tahiel en el tren.
Les deseo lo mejor en este viaje, ahora son tres y estoy segura que Tahiel va a estar muy bien, descubriendo un montón de cosas y con el amor de ustedes.
Exitos en esta nueva aventura. Besos.
Martha
Muchas gracias, Martha!!
Sí, a nosotros también nos gustó encontrarte!! Gracias por acompañarnos siempre!!
Besos!
Suerte a los tres viajeros, y esperamos para disfrutar los post que hagan contando nuevas anécdotas y vivencias. Hermoso el libro, así que esperamos el nuevo con Tahiel!!!
Abrazos,
María del Carmen
muchas gracias, María del Carmen!
Qué bueno que estás disfrutando del libro!!
Beso grande!
Mucho éxito! es un gran proyecto… yo estuve un mes con un par de chicos chiquitos, lo peor son las obligadas siestas… pero les queda el resto del día!
Los vamos siguiendo!
Cariños!
Muchas gracias, Enrique!!
Tahiel además de la siesta obligada tiene el problema de las pilas!! Le duran mucho!! jaja
Será todo un desafío!
Besos!
Que alegría leer esto!!! 😀 no los conocemos… Cuando vinieron aa Rosario, no pudimos ir a verlos y quedamos con las ganas! Pero seguramente no faltará oportunidad de que algún día se haga ese encuentro! Tranquilos, Tahiel seguro se adaptará! Ellos se adaptan a todooo, siempre estando cerca de sus padres y el amor que le brindan!! Que más puede necesitar para adaptarse? Felicidades!!! Buenas rutas!! Y mucha merd!!! Por aquí, aunque no al día ni seguido, los leemos!!! Y los seguimos!!! Abrazos!!! Ariel y Larisa.
Muchas gracias, Larisa por tu mensaje!!
No faltarán oportunidades para vovler a Rosario, una ciudad llena de amigos que siempre queremos volver a ver!!
Besos y gracias por acompañarnos!!
Besos
¡Que excelente noticia!…ojalá puedan recorrer todo lo que se propongan…y más….
Tahiel se va a adaptar, los chicos, mientras tienen sus papis con el…van a donde sea..
Que la magia no los abandone nunca…
Les deseo lo mejor en este nuevo proyecto, porque se lo merecen…
Les mando un abrazo gigante y les deseo que sigan cumpliendo sus sueños..
Muchas gracias, Marce!!
Esperemos que sí! Que se adapta y que la magia nos acompañe!!
beso grande!!
Hola Aldana, como no me preguntaron antes, es más, voy a ver si lo busco y encuentro… Para los bebés se venden unos chalecos todos acolchados y que incluso en algunas parte tienen alma de metal. En una parte del mismo tiene como una funda por dónde se pasa el cinturón de seguridad lo que hace que ése chaleco sea seguro y por ende el bebé que está adentro. Viste cuando te tirás atado den Jumping en el Parque de la costa o similar? Es todo un sistema de chaleco y arnés, ésto es igual. Más que a Warner tendrían que haber ido a una casa de las que venden carritos y sillitas para bebés y preguntar ahi porque viene algo específico. Tal vez funcione ése invento pero el otro lo veo más seguro. Le pregunto a Marce si lo vió por algún lado y te lo mando, aunque hace rato no lo veo. PODRIAS PUBLICAR EL NUMERO DE VUELO? Así lo sigo por internet, quiero ver si la gente se tira al vacio en pleno vuelo o si los obligan a uds a saltar en paracaídas, espero no sea sobre el océano ja ja ja ja. Acordate, hay un remedio para la picadura de mosquitos que los deja chanta chanta como dicen acá ja ja ja
jajja tío Toba!!! Nosotros buscamos algo así ya armado y no encontramos, pero bueno, si lo tenés bienvenido sea! jaja
Pensamos en publicar el número de vuelo para avisarle a la gente que viajábamos con un bebé muy inquieto… estate atento al TW!! jajjajajajaja
LO del remedio para los mosquitos lo pensé… jajaa
beso grande a la familia!
¡Éxitos esta nueva experiencia con Tahiel!
Con Diego estamos compartiendo la lectura del libro desde febrero que los conocimos en Mar del Plata. No queremos terminarlo porque nos encanta y sentimos que los acompañamos en cada una de esas experiencias vividas.
Terminamos el safarí de cuatro días en el África, también sentimos un poquito de miedo de algunos animales.
Todo lo mejor para este nuevo viaje en Europa mágica.
Si llegan a tener tiempo y visitan Suiza, avisen, tengo una amiga argentina que vive allí.
Cariños a los tres. Marianela.
Hola Marianela!
Muchas gracias por tu mensaje!! Qué lindo!!
Qué bueno que estén disfrutando del libro!!!
Y muchas gracias por acompañarnos!
Beso grande!!