Y llegó el día en que me amigué con los animales
Nunca pensé que iba a escribir esto. Los que más me conocen o hace tiempo que leen el blog saben que el fanático de los animales es Dino. Yo siempre traté de huirles. Pero el último 24 de septiembre algo cambió. Fue la primera vez que participé en un safari. Fue en África (tenía que ser en África), más precisamente en el Parque Nacional Chobe, en el norte de Botswana, en los campamentos de Savuti y Linyanti, a donde llegamos gracias a skl group of camps. Fue emocionante. Nunca pensé que podía sentir lo que sentí al ver a la naturaleza “trabajando” en su estado más puro. Mientras, nosotros éramos simples y privilegiados observadores.
El éxito o el fracaso de un safari depende mucho de la suerte. No digo en un cien por ciento, porque también influye la habilidad del guía para leer las huellas y señales que van marcando los animales en su búsqueda de comida o en sus traslados. En nuestro primer día de safari en Savuti se combinaron las dos cosas de la mejor manera posible: nuestro guía Josiah agudizó sus sentidos y la suerte estuvo de nuestro lado.