Itinerarios por Europa, tratado Schengen y consejos generales

¿Estás por organizar tu viaje a Europa y no sabés por dónde empezar? ¡Es normal! No te preocupes que nos pasó a todos. Lo bueno es que llegaste al lugar correcto! Preparamos una serie de Guías para organizar un viaje a Europa para ayudarte con la organización y contarte nuestra experiencia. En esta primera guía vamos a ver Cómo armar el itinerario por Europa, qué requisitos necesito para entrar a Europa y cómo manejar el dinero en Europa.

«Los viajes empiezan cuando se sueñan y planifican»

PRIMERO, ALGUNAS ACLARACIONES para ORGANIZAR UN VIAJE A EUROPA

Cada viaje es diferente. Depende mucho de las expectativas, la personalidad y el bagaje de cada uno. Depende, también, de las experiencias que tengamos. Por eso, si bien está bueno leer y conocer qué les pasó a los demás o qué hicieron los que ya viajaron, no dejes de hacer lo que vos tenés ganas de hacer. Es tú viaje y es tú sueño. Disfrutalo.

Europa es un continente con más de 50 países (aunque en la foto diga 47) y nosotros no los visitamos todos, por eso, la mayoría de la información que les compartimos está basada en los que nosotros conocemos, aunque en algunos temas, como el transporte o el alojamiento (en las otras guías), tratamos de darles ideas y consejos también de otros lugares.

No pienses que será tu único viaje. Pensá que será el primero.

 

¿POR DÓNDE EMPIEZO A ORGANIZAR UN VIAJE A EUROPA?

Agarrá un cuaderno que te guste (o muchas hojas sueltas) y empezá a anotar todo lo que vayas leyendo o escuchando o lo que te venga a la cabeza. Ya habrá tiempo para depurar las listas. La planificación ya forma parte del viaje. Para empezar a organizar un viaje a Europa tenés que, primero, definir la fecha del viaje y el itinerario.

¿Cuándo es la mejor época para viajar a Europa?

Si bien la fecha dependerá, posiblemente, de las vacaciones laborales o de cuándo podamos acomodarnos para ir, la mejor época para viajar es otoño o primavera. Las temperaturas no son tan extremas, los lugares no están tan abarrotados de turismo local (como ocurre en verano) y los días no son tan cortos (como ocurre en invierno). Esto último es bueno tenerlo en cuenta, porque si oscurece a las cinco o seis de la tarde, el día termina pronto para pasear al aire libre (aunque siempre hay otras opciones).

Poner la fecha es uno de los momentos más intensos del viaje. En general, concuerda con el momento de comprar el pasaje aéreo. Es un momento «mágico». Ya está. Tenemos pasaje en mano. El sueño empezó a rodar. ¿Vas a tener miedo si es tu primera vez? Sí, pero tranquilidad. Es normal y está bueno. Disfrutá lo que se viene.

Cómo armo un itinerario para viajar a Europa

Una de las primeras cosas que tenés que hacer para organizar un viaje a Europa es pensar un ITINERARIO. Decidir qué lugares querés visitar y cuánto tiempo querés dedicarle a cada uno. Ambas cuestiones van a depender de lo que vos quieras hacer y, claro, del tiempo con el que cuentes.
Algunas personas prefieren mucho en poco tiempo y visitan 15 ciudades en 20 días. Otras, en cambio, prefieren conocer menos lugares, pero estar en cada uno más tiempo. Eso está en el gusto de cada uno, pero nosotros te recomendamos la segunda opción. Vas a estar más relajado y vas a vivenciar más los lugares. No pienses que será la única vez que vas a visitar Europa.

Pensá que vas a poder volver y conocer otras cosas. Uno tiende a pensar eso, a decir, «una vez que logro viajar quiero hacer lo más que puedo», pero es un error suponer que será la única vez. Puede ser difícil volver, pero no imposible. Igualmente, si lo pensás y armas tu itinerario en base a eso, ¡también está bien!

Hacé una lista con lo que te gustaría conocer

Entonces, primero, te recomendamos que hagas una lista de los lugares que a VOS te gustaría conocer. No importa si en esa lista no están los que se suponen «imperdibles». Pensá en tus deseos y arma la lista.

Hacer listas es una de las cosas que más nos gustan porque implican proyectos, sueños, ideas, pensamientos. Arma la lista y después guardala de recuerdo!

Mirá un mapa para organizar el itinerario por Europa

¿Ya tenés la lista? Ahora mirá un mapa, marca esos lugares y fíjate si es posible recorrerlos de alguna manera lineal o circular o si están muy distantes unos de otros. ¿Por que te decimos esto? Porque a lo mejor uno cree que son lugares cercanos, pero que al momento de plasmarlo en una ruta implica ir y venir varias veces en varias direcciones y no resulta un itinerario óptimo, sobre todo si tenemos unos 20-30 días, que es lo que se suele tener.

Lo ideal es que el recorrido sea lineal (si podemos llegar a una ciudad y volver de otra) o circular (si llegamos y salimos de regreso desde la misma ciudad).
Si no sos de los mapas de papel, podes usar google maps y marcar el posible recorrido.

Otra opción es hacer un itinerario de nodos. En este caso es ideal si disponemos de más tiempo. ¿Qué significa? Elegir dos o tres lugares (nodos) principales en los cuales hacer base y, desde ellos, recorrer los alrededores. Si tienen más tiempo, esos «alrededores» pueden ser más lejanos. Por ejemplo, Madrid, París, Ámsterdam.

Entonces están 5-6 días en cada ciudad, pero desde cada una de ellas conocen otras. Por ejemplo, desde Madrid se van un día a Toledo y otro a Segovia, o se hacen un viaje de dos días a Bilbao. Desde Ámsterdam se van un día a La Haya y otro día hacen un circuito en bicicleta por pueblos como Delft.

Nosotros, cuando pensamos en organizar un viaje a Europa, lo hemos hecho de las tres maneras (lineal, circular y por nodos) porque en cada caso se ajustaba a los pasajes que habíamos conseguido.

 

Establecé cuántos días quedarte en cada lugar

Después que tenés los lugares viene otro reto (uno de los más complicados para organizar un viaje a Europa porque uno quiere conocer tooodooo!): decidir cuántos días en cada lugar. Siempre que nos preguntan cuántos días quedarse en cada lugar respondemos lo mismo: «todo depende de lo que quieran ver y cómo quieran verlo».

Ya sé, estarás pensando que eso no te ayuda en nada, que no te doy una respuesta concreta y, en parte, tenés razón. Pero te ayuda a pensar más en vos y en lo que querés de tu viaje.

Muchos te pueden decir qué hay para ver y hacer en cada lugar (nosotros en nuestra sección del blog con guías te damos algunos consejos), pero en definitiva va a depender de vos. Si sos de los que te gustan los museos, visitar los museos de las capitales europeas puede llevarte varias horas cada uno, por lo que esos días no conocerás otras partes de la ciudad. En cambio, si no te interesan los museos (no tenés que ir al Louvre porque todo el mundo va) podés aprovechar esas horas en conocer lugares diferentes de la ciudad.
Si vas a viajar por tu cuenta tenés la posibilidad de cambiar el recorrido en el camino. Y si una ciudad te gustó mucho más de lo que pensabas, te podes quedar una noche más.

NO VAS A PODER CONOCER TODO

Eso está claro, así que centrate en conocer bien lo que quieras.
Por ejemplo, si vivís en Buenos Aires y alguien te pide que le digas los imperdibles, posiblemente en dos días pueda visitarlos. Pero si le haces una lista un poco más extensa, posiblemente necesite unos cuatro días. Y si le incluís alguna salida a Tigre o conocer algunos barrios o ferias no tan visitadas, posiblemente requiera dos días más. Eso mismo pasa con las grandes ciudades de Europa. Tienen mucho para ver, pero depende lo que quieras ver.

Entonces, primero, dale una lectura a las guías o blogs de viajes que te orienten para ver qué hay para hacer en cada ciudad y, a partir de lo que leas y de tus preferencias, destinale el tiempo que consideres necesario. En la sección DESTINOS de nuestro blog hay info sobre varios países.

A las capitales o grandes ciudades les destinaría, por lo menos tres noches (y, si es posible y es una ciudad que te interesa mucho, 4). Pensá que 3 noches en un lugar son dos días enteros.

Para el itinerario es muy importante considerar el tiempo de traslado entre una ciudad y otra y la hora del día en la que llegás. Si llegás a la mañana, tenés toda la tarde para recorrer, pero si llegas a la tarde o noche es un día «perdido» en esa ciudad de destino.

Igualmente, tené en cuenta que aunque el traslado dure, por ejemplo, 4 o 5 horas, vos tenés que estar un tiempo antes en la estación de buses o trenes y varias horas antes en un aeropuerto. Por eso, para que el itinerario sea más «tranquilo», podés considerar que el día que te trasladás de un sitio a otro, es un día solo para eso. Y, claro, si llegás con tiempo, podrás salir a caminar o a ver/hacer algo que quieras.

A los pequeños pueblos o ciudades pequeñas les destinaría un día entero, desde muy temprano hasta muy tarde, o una noche. Por ejemplo, Brujas es una ciudad que se visita en un día. Podés llegar en tren desde Bruselas muy temprano y quedarte hasta bien entrado el día. Es suficiente. Pero, si es un lugar con el que soñás hace mucho y sabés que te va a encantar, podes pasar la noche allí y, al otro día, alquilarte una bicicleta y recorrer los alrededores. También hay personas que en un solo día visitan Brujas y Gante, y también se puede hacer eso. Otra vez, depende tus intereses.

 

¿CUÁNTO TIEMPO ME PUEDO QUEDAR EN EUROPA DE MANERA LEGAL?

Una de las preguntas que más suenan cuando estás por organizar un viaje a Europa es saber cuánto tiempo se puede permanecer allí. Muchos países que forman la Unión Europea firmaron el Acuerdo Schengen que establece que, para los extranjeros no residentes, la libre circulación por el espacio incluye 90 días de cada 180.

“Ojo” que 90 no es lo mismo que 3 meses y 180 no es lo mismo que 6. Lo que importan son los días, se cuentan siempre a partir de la fecha de la primera entrada y no importa con qué medio de locomoción hayamos llegado. Por ejemplo: si salimos de la zona a los 60 días de haber ingresado, de los próximos 120 días, al regresar a la zona, solo podremos permanecer 30 días más (hasta completar esos 90). Una vez pasados los 180 días de la fecha del primer ingreso todo vuelve a cero y recuperamos otra vez 90 días para los próximos 180.

Vale aclarar que el sello que nos ponen en el pasaporte cuando entramos a la zona, se llama Visado Schengen.

Si tenés un pasaporte comunitario, podés permanecer más de 90 días y circular libremente entre los países que hayan firmado el acuerdo Schengen. Si te vas a quedar a vivir en algún país, tenés que hacer los papeles de residencia. Porque sino estarías en una situación irregular. Estos trámites varían de un país a otro (incluso de una región a otra de un mismo país). Te compartimos nuestra experiencia de sacar la residencia en España con pasaporte comunitario italiano.

 

 

Cuáles son los requisitos para ingresar a Europa 

Estos son los requisitos básicos. La verdad es que no siempre los piden todos, pero si te los llegaran a pedir, los tenés que tener. Algunos, como la validez del pasaporte y la ETIAS (cuando entre en vigor) sí te los piden.

 

• Pasaporte con validez de más de 6 meses.
• La ETIAS (Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes, por sus siglas en inglés), es como una autorización de viaje similar al ESTA de Estados Unidos. Según la web oficial de la ETIAS, entrará en vigor recién a mediados de 2025. Pero nunca está de más consultar la web. Se necesita una por pasajero y tiene un costo de 7 euros.
• El vuelo de regreso a tu país o algún vuelo que muestre que vas a salir del espacio Schengen antes de los 90 días.
• Un seguro médico válido para Europa (más adelante lo explicamos). Esto es, básicamente, que les demuestres que si te pasa algo, tenés un seguro que te atiende y no vas a usar la sanidad europea.
• Las reservas de hoteles. A veces, con que les muestres la reserva de los primeros días está bien.
• En ocasiones pueden pedirte una solvencia económica, es decir, que les demuestres que tenés el dinero para estar en Europa el tiempo que vas a estar. Por ejemplo, en España, oficialmente: «En 2023, la cantidad mínima exigida es de 108 euros por persona y día. En todo caso, y con independencia del número de días de estancia, se exigirá una cantidad mínima de 972 euros o su equivalente en divisas».
• Carta de invitación.

ORGANIZAR UN VIAJE A EUROPA: ¿SE NECESITA SEGURO DE VIAJE?

Más allá de las razones por las que nosotros consideramos que contratar un seguro de viajero es importante y que se las contamos en este link, para poder entrar a la Zona Schengen, pueden solicitar que tengamos un seguro de viajero. Algunas personas dicen que no tiene carácter obligatorio, pero otros sostienen que sí porque se quieren asegurar de que si te pasa algo tengas los medios para sustentarte y no uses sus servicios.

El seguro de viaje para Europa debe cubrir 30.000 Euros o lo que es lo mismo, según quien hizo el cálculo: repatriación, seguro médico y asistencia legal. Otro requisito que pueden solicitar es que la aseguradora tenga una sucursal en Europa.

En el siguiente cotizador pueden comparar precios y encontrar ofertas de seguros de viajes. Si reservan a través de dicho cotizador, a ustedes les sale lo mismo y a nosotros nos ayudan con una pequeña comisión.

¿CÓMO LLEVO LA PLATA a EUROPA? ¿LLEVO DÓLARES O EUROS?

En Europa la mayoría de los países tiene euros, por lo tanto, hay que viajar con euros. Si tienen, por ejemplo, pesos argentinos y tienen que elegir una moneda para comprar, que sean euros. Si compran dólares los van a tener que cambiar al llegar a Europa y van a «perder» 2 veces, una en cada cambio. Algunos países, como República Checa, Croacia, Suiza, Polonia, entre otros, no tienen euros, por lo que en ese caso será lo mismo cambiar dólares o euros por la moneda local.
Eso sí, no traigan monedas como el peso argentino porque no se los van a cambiar en ningún lado.

Si vas a organizar un viaje a Europa desde Argentina, sé que es complicado comprar euros, por lo que no te va a quedar otra que comprar dólares y después cambiarlos en Europa.

Pros y contras de cada “forma” de llevar nuestro dinero:

Efectivo o cash

Ventajas: disposición inmediata para lo que sea. Podemos comprar cosas en puestos y mercados callejeros, tomar transporte público y acceder a productos o servicios de bajo valor cuya única forma de pago es con moneda «constante y sonante». Vale aclarar que en muchos países de Europa, sobre todo los más desarrollados, se puede pagar hasta un café de 1 euro con tarjeta.

Contras: lo podemos perder o también, el más evidente motivo y que nadie quiere ni nombrar: nos pueden robar y adiós viaje, además del mal momento obviamente. Por otro lado estaremos permanentemente pendientes de que llevamos el dinero encima y eso influirá en nuestra tranquilidad gran parte del tiempo.

Consejos: Si es nuestra única posibilidad de llevar dinero, tratar de concurrir a hoteles/ hostels/ casas donde podamos dejar lo que no vamos a necesitar en una caja de seguridad. Si tenemos que llevar una suma importante porque estamos pensando en comprar algo de un determinado valor, llevar el dinero separado en varios compartimentos en nuestra vestimenta y equipaje de mano. Si somos más de una persona aún mejor, más lugares donde dividir el dinero.

 

Tarjetas de débito

Pros: La mayoría de los países europeos tienen un alto nivel de desarrollo, con muchos bancos, muchas sucursales bancarias y, obviamente, muchos cajeros automáticos. Encontrar de dónde extraer dinero no será un problema. Además la gran mayoría de los comercios (por no decir todos) cuentan con terminales posnet para pagar digitalmente.

Contras: Sacar dinero del cajero automático tiene su costo. Este dependerá del banco, del país de origen de la cuenta bancaria, del país en el que queramos sacar dinero y de algunas otras variables que desconocemos, pero que hacen a la tarifa en cuestión.
También tiene su costo hacer compras directamente con la tarjeta de débito. Todos estos datos se averiguan en el banco donde tengamos nuestra tarjeta. Por ejemplo, durante el 2020, 2021 y 2022, si usabas una tarjeta de débito de un banco argentino, te cobraban el valor a precio del euro oficial, pero le sumaban un 30 y un 35% (65%) más como impuestos.

Consejos: es fundamental averiguar los costos de extracción y de pagos digitales en el exterior, del país donde está registrada nuestra cuenta bancaria. Aconsejamos acudir a alguna sucursal de tu banco antes de partir. ¿Por qué es importante este dato? Porque a veces nos cobran lo mismo por sacar 5 Euros que 100. Tendremos que buscar un equilibrio entre lo que saquemos para tener encima y lo que nos cobren. Si no contamos con ese dato, los propios cajeros automáticos (ATM), antes de concretar la operación, nos informan el costo que va a tener y si aceptamos o no la operación.

También hay tarjetas de débito de bancos online, como el N26 o Payoneer.

Tarjetas de crédito

Pros: básicamente la posibilidad de no tener que llevar dinero encima. Si la perdemos o nos la roban la denunciamos y listo.

Contras: no en todos lados podremos pagar con tarjeta de crédito. Sobre todo en puestos y mercados callejeros y por supuesto en transporte público.

Consejos: Es muy útil para compras de mayor valor, incluso en cuotas, y para poder justificar los valores en la aduana al regresar. Avisar en el banco emisor de la tarjeta que haremos gastos en el exterior, de no hacerlo, el banco nos puede cancelar la tarjeta por desconocimiento, interpretando la compra como fraude. Reactivar la tarjeta no estando en el país emisor puede resultar sumamente engorroso a tal punto que puede ser imposible. Lo mejor es dejar nombrado en el banco a algún otro titular con potestad para hacer trámites si tenemos algún problema.

 

Cheques de viajero ¡Todavía existen!

American Express tiene un producto llamado “Travelers Cheques”. Son básicamente cheques de diferentes valores que funcionan como dinero. Si bien no se usan mucho para organizar un viaje a Europa, podés tenerlo en cuenta.

Pros: es una forma de llevar dinero de manera segura, sobre todo a destinos donde puede ser más complicado. Muchos bancos, entidades financieras, casas de cambio y hoteles los cambian por efectivo. Vienen en varias denominaciones tanto en dólares (50, 100 y 500) como en Euros (50, 100, 200 y 500). No se pueden utilizar sin la firma del titular. Si los perdemos o nos los roban, con una simple denuncia se cancelan y nos los reponen. Se aceptan en muchísimos países del mundo. No tienen fecha de vencimiento.

Contras: Al adquirirlos te cobran una comisión según el lugar donde los compres. Al canjearlos, casi siempre, también te cobran una comisión. Hay que consultar cada vez en la página de AmEx los posibles lugares cercanos para cambiarlos. Si la idea es pagar con estos cheques, la mayoría de los establecimientos te querrán cobrar una comisión y además no te darán vuelto. Por esto último siempre tendremos que combinarlo con otro medio de pago para completar. Por ejemplo si vamos a cenar y la cena sale 65 Euros, habrá que pagar con un cheque de 50 (por el cual no te tomarán el total del valor) y completar con efectivo o lo que tengamos a disposición. Siempre es preferible tener cheques de la menor denominación posible por este caso.

 

 

Los íconos de la tabla anterior fueron desarrollados por Vectors Market.

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