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Mozambique

  Vimos uno. No nos llamó tanto la atención. Después otro. Y otro más. Ya era un poco extraño. No nos imaginamos que fuera algo "común" en África. Pero parece que lo es, por lo menos más de lo que uno se imagina. Hasta hace unos años eran considerados peligrosos y su sola presencia era sinónimo de mal augurio. Además, y por el contrario, otros consideraban que su sangre y sus órganos tenían poderes especiales que beneficiaba la obtención de riquezas. Al enemigo natural que es el Sol, y que en África parece ser más fuerte que en otros lugares del mundo, se le sumaban los enemigos humanos, quienes llegaron hasta matar y descuartizar a estas personas. Y, como si fuera poco, algunas creencias culpaban a las madres por haber tenido relaciones con un hombre blanco o por haber comido maíz blanco antes de ser fecundadas.

      -¿A qué hora sale la chapa (minibus) para Macia? -En 30 minutos Y unas tres horas más tarde, recién cuando se superpobló… salió la chapa como si nada hubiera pasado. Bueno, en realidad, no pasó nada. Por lo menos a los ojos de las personas que estaban al lado nuestro. Pero como nuestra concepción del tiempo es diferente, para nosotros pasó una eternidad. Es que en Mozambique, como en gran parte de África, el tiempo no es la variable más importante. Si se tiene un recurso, hay que explotarlo, y una chapa debe ser exprimida al máximo para lograr su mayor rendimiento. Las personas esperan horas sentadas aguardando solo por una más y así poder comenzar el viaje. Nadie se queja, nadie dice nada, así es moverse por gran parte de África con transporte público. Algo similar ocurre en algunos lugares de Asia y América latina, pero nunca vimos las chapas tan llenas como en Mozambique.

  Mis manos no se movían. No podía sacar la cámara. Veía muchas “buenas fotos” pero no había caso. Mi cerebro no mandaba la orden. Solo dominaba a mis ojos. Cada imagen que entraba por mi retina disparaba una pregunta, una reflexión. ¿Qué hace toda esta gente todo el día? ¿Solo venden? ¿Cómo viven? ¿Cómo es su vida? ¿Para qué utilizan el dinero? ¿Solo “pasan” el tiempo? ¿Solo “buscan la sombra”, como dice Kapuscinski? Estábamos en una chapa (bus) abarrotada de gente. Mucha más de la que debería entrar según nuestra mirada. Si hay dos asientos, van tres personas. Si hay tres, cuatro. Y si la gente necesita subir, sube. Va parada, apretada, pero sube. Es que sino se sube a esa chapa, posiblemente tenga que esperar horas hasta que pase otra.

  Algunos lugares nos llenan de colores, como pasó con el mar de Quirimbas. Otros, en cambio, sentimos que son para mirar en blanco y negro. No sabemos bien por qué. Puede ser un poco por su historia, por el estado actual de su arquitectura, por las actividades de sus pobladores... Sea por lo que sea, eso es lo que nos pasó con la isla de Ibo, la isla más grande y poblada del archipiélago de las Quirimbas.  

 

  Nunca supe bien por qué siempre que se piensa en playas de arena blanca y mar turquesa se habla de paraíso. Imgino que es porque la idea nuestra de paraíso se asemeja a un lugar muy bello, con paz, tranquilidad y donde los ojos no dejan de sorprenderse (para bien) ante lo que ven. Si esta es la definición de paraíso, el Parque Nacional Quirimbas, en el norte de Mozambique, lo es.