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Rusia

  Cuando escribimos Viajar sin diccionario (pueden releerla en este link, no se la pierdan!) nos olvidamos de nombrar a un aliado muy utilizado en los últimos años. Uno que nunca nos hubíeramos imaginado. Uno que no es muy cómodo utilizar en la calle, mientras caminás, pero que en otras situaciones te puede "salvar". Bueno, pensándolo bien, con los teléfonos modernos, si podés... Con ustedes, señoras y señores...

  Una de las preguntas que más nos hicieron en las presentaciones del proyecto educativo, en las entrevistas y en nuestros reencuentros en Buenos Aires fue: ¿Cómo hacían para comunicarse? ¿Cómo se las arreglaban con los idiomas? Nosotros, muy frescos, les respondíamos: “Nada”. Es que en realidad, no hacíamos nada en especial, sólo teníamos algunos tips. La experiencia y el sentido común nos decían que si del otro lado hay un ser humano la comunicación es posible. Sabemos que no sólo existe el lenguaje escrito u oral, sino que también está el lenguaje de las señas. Si a eso le sumamos un poco de imaginación, paciencia y sentido del humor… ¡la comunicación es posible! Y no sólo las señas con las manos, sino también los gestos. Todos los músculos que tiene nuestra cara nos permiten transmitir miles de sensaciones. ¡Aprovechémoslos! Obviamente que no será fácil, mejor dicho, será casi imposible, hablar así de filosofía, política, historia o problemáticas sociales, por mencionar algunos temas. Pero sí vamos a poder conseguir sacar un ticket de bus o tren, conseguir un descuento, un lugar donde dormir o un plato de comida. A continuación algunas anécdotas y consejos.

Después de un mes de estar en Rusia debíamos abandonar el país, porque nuestra registración era sólo por 30 días y no queríamos volver a pagar el trámite… Antes de eso, debíamos llegar a la frontera. Desde Irkutsk pasamos por Slyudyanka y Ulan Ude, pero se los contamos mejor así: Hoy, 3 de septiembre a las 19, acabo de terminar de leer el libro “La sombra del viento” que nos regalaron Ana y Taco cuando nos íbamos de Holanda. Por cierto lo recomiendo, está buenísimo. Pero este es el final de lo que quiero contar. Más o menos 24 hs antes…

 

Como ya les contamos en otra entrada, no existe “el” transiberiano, sino que es la ruta transiberiana, por la que circulan muchísimos trenes. Existen, básicamente, tres clases de trenes:

Passenger trains (passazhirsky): son los trenes más lentos, con números que van desde el 171 en adelante.

Fast train (skory): son los trenes con números del 1 al 170. Cuanto mayor es el número, más lento es el tren.

Firm train (firmenny): son los trenes más rápidos y confortables. También son los más caros y se los suele identificar con un nombre. El más conocido es la Rossiya, al que muchos consideran como “el transiberiano” aunque propiamente no lo sea.

También hay trenes interurbanos que circulan por esta ruta.