Maputo: un viaje en el espacio
Siempre escuchamos hablar sobre los viajes “en el tiempo” y lo bueno que sería ir y volver de un año a otro cuando quisiéramos. Pero nunca se habla de los viajes en el espacio. No me refiero a los viajes “al” espacio, sino “en” el espacio. Muchos me dirán que estos viajes ya existen: son los que hacemos si nos desplazamos, por ejemplo, de una ciudad a la otra o de un país a otro gracias a los medios de transporte modernos, como el avión. Sí, esos sí existen. Pero yo me refiero a otros. ¿Se imaginan caminar unas cuadras y estar en una ciudad, dar vuelta en una esquina y aparecer en otra, andar tres cuadras más y sentirte en otra ciudad? Bueno, algo así ocurre con Maputo. Por eso digo que es como hacer un viaje “en el espacio”.
Ya les dije que amo la geografía urbana, no?
A veces parece alguna ciudad de India…
A veces parece alguna ciudad en Camboya, como Battambang…
A veces parece Río, en Brasil…
A veces parece Maputo…
Maputo es la capital de Mozambique, un país que fue colonia portuguesa hasta 1975, cuando el Frelimo (Frente de Liberación de Mozambique) logró imponerse en la lucha con los portugueses. El primer presidente fue el comandante Samora Machel, que en la actualidad se lo recuerda con una estatua en la plaza de la independencia y con varios murales en la ciudad.
Luego de la declaración de la independencia, el Frelimo estableció lazos con la Unión Soviética y con Alemania del Este para implementar un programa socialista en el país (¿será por eso los nombres de las calles que encontramos mientras caminábamos?). El fracaso de esas propuestas hizo que a principios de la década de 1980 resurgiera la Renamo (Resistencia Nacional de Mozambique) con el único objetivo de paralizar el país. Cuando escuchábamos la historia de este movimiento no pudimos evitar que vinieran a nuestra mente los khmer Rojos. Según nos contaron, la Renamo destruía carreteras, puentes y escuelas y mataba a los campesinos que mostraban tener alguna habilidad o que podrían llegar a unirse al Frelimo. La historia de la humanidad siempre tiene algo nuevo para mostrarnos y nunca podemos decir, “ya lo escuchamos todo”, siempre hay algo más. La Renamo tenía el apoyo, entre otros, de los grupos derechistas sudafricanos.
El Frelimo y la Renamo se enfrentaron hasta los primeros años de la década de 1990, por lo tanto es esperable que muchas de sus consecuencias en el territorio y en la sociedad se vean en la actualidad.
La mayoría de los más de 1 millón de habitantes que viven en Maputo son mozambicanos, pero hay cada vez más extranjeros que llegan de la mano de las grandes empresas multinacionales. En un país en crecimiento, donde casi todo está por hacerse y con pocas personas locales capacitadas es común que se genere un proceso lógico del mundo capitalista: las empresas extranjeras se instalan en el país, construyen, reciclan, invierten, traen especialistas extranjeros y contratan mano de obra barata local.
A pesar de los nuevos puestos de trabajo que implicó la llegada de estas empresas, gran parte de la población capitalina se dedica a la venta en el comercio informal. En todas las cuadras de la ciudad hay personas vendiendo algo: desde comida elaborada, frutas, verduras, golosinas, arroz, huevos cocidos y garrafas, hasta pantalones, sacos, corbatas, zapatos, esmaltes de uñas, telas y miles de cosas más.
Una de las opciones económicas para almorzar.
Otra (y de mejor calidad) es comprar los “almuerzos” en alguno de los puestos callejeros y comerlos sentados en un cajón de bebidas, bidón o en el cordón de la vereda.
Además de vender (o esperar a que alguien compre algo), otra manera de pasar el tiempo es jugar. Esta costumbre de jugar en la calle me encanta y nos hizo recordar mucho a Asia. Es muy común ver tableros de juegos en cualquier cuadra. Uno de los juegos más tradicionales del país se llama jugo, y es el que aparece en la primera fotografía.
Otra cosa que nos recuerda a Asia es la invasión del espacio público por la actividad privada. Si bien en Asia es posible ver en la vereda todo tipo de actividad y la vida cotidiana transcurre en ella como si fuera el interior de una casa, en Maputo no se llega a tanto, pero la imposibilidad de caminar en algunas partes de la ciudad por la cantidad de autos estacionados sobre la vereda hace inevitable la comparación (y el recuerdo).
Entre las mujeres es muy común el uso de la capulana, unas telas de colores que se colocan como si fueran polleras. Las capulanas originales eran telas de la india que los comerciantes de esa época traían desde el puerto de Goa y las cambiaban por marfil y oro, entre otros productos. Como en todos los países en los que se mantiene el uso de una prenda tradicional, existen quienes prefieren dejar de usarlas y solo vestirse a la manera “occidental”, y quienes se visten de las dos formas: la tradicional y la actual. Además, al igual por ejemplo que los saris indios, hay capulanas de mayor y menor categoría. Una de las características que indica la categoría es la terminación de la tela: las de categoría más baja tienen los bordes sin terminar.
A simple vista, se puede ver en la ciudad una importante comunidad árabe, india y china. Y también se percibe que suelen ser ellos los dueños de la mayoría de los comercios.
Una de las cosas que más nos llamó la atención es lo destruidas que están las veredas y la cantidad de basura acumulada que hay en las calles. No solo en la zona de la baixa (el bajo, que incluye la zona portuaria) o en los sectores más deteriorados de la ciudad, cosa que es común en muchas otras ciudades del mundo, sino que también se observa en el centro y en los barrios más lindos. Por ejemplo, nos contaban que el alquiler de un departamento frente a la plaza de los enamorados, en uno de los barrios más caros, con vista al mar, puede estar alrededor de los 7.000 dólares mensuales. Si mirás dónde está ese edificio ves que la vereda está destruida y que enfrente tiene una especie de basural. Y se pagan 7.000 dólares por mes.
No queremos promover la emigración masiva pero… Maputo, al igual que muchas otras ciudades africanas, es el lugar ideal en este momento para los que buscan aventuras, trabajo y ahorrar dinero. Creemos que, principalmente, para los que llegan con un régimen de expatriado: casa, auto, muy buen sueldo y pasajes de avión varias veces al año a su país natal. Mozambique es un país en crecimiento, que necesita gente capacitada en varios rubros. Como nos decía un amigo, si te aguantás el caos del tránsito en el centro, las veredas rotas, los cortes de luz que se producen cada tanto, la basura acumulada y el ritmo muy tranquilo de las personas para trabajar podés vivir un tiempo y disfrutar de lo bueno de la ciudad, como su vida nocturna, su movida cultural y los domingos en la playa…
Gran parte de esa vida nocturna y cultural se concentra en el barrio Polanas. Allí fuimos a cenar en el reencuentro con nuestro couch polaco (que nos alojó en Cracovia) y que ahora está viviendo en Maputo (uno de los tantos expatriados). En la foto pueden ver al primer couch que nos alojó y al último! Estas son las cosas lindas que tiene couchsurfing.
En el barrio Polanas, además, se encuentra la residencia del presidente, algunos shoppings, la feria artesanal y el hotel más caro y lujoso de la ciudad.
Algunas otras postales de la ciudad.
Edificios más modernos. La mayoría de las nuevas construcciones están a cargo de empresas chinas.
La baixa, o zona cercana al puerto.
Algunos transportes en la ciudad. Los más usados son los minibuses, a los que se los conoce como «chapas». También es común, sobre todo en los alrededores de la ciudad y en el resto del país, las «cahapas abiertas». En la última imagen se observa la estación de buses, presten atención al nombre que lleva uno de ellos.
El café Continental, el más tradicional de la ciudad.
Todavía quedan algunos cines tradicionales, aunque hace poco se inauguraron los cines modernos en el shopping Maputo.
La costanera. Es muy común que al atardecer, los amigos se junten a tomar unas cervezas mirando el mar. Los chicos que venden chips y chocolates en los kioscos «móviles» (en cajas que llevan sobre uno de sus brazos) pertenecen una organización, que los «maneja» y que se queda con la mayor parte de la ganancia.
La Estación Central de Trenes de Maputo, que casi no funciona, es considerada una de las más lindas del mundo y allí se filmó parte de la película «Diamantes de Sangre».
Los chicos, son chicos en todas partes.
Algunas “curiosidades”
Los fines de semana es muy común ver varios casamientos en distintos puntos de la ciduad. Hay dos que son los más concurridos para tomar las famosas fotos: un muelle algo abandonado frente al mar y la plaza de los enamorados. En esta última pudimos ver una de las tradiciones de los casamientos en Mozambique (o por lo menos, en Maputo). Los amigos y amigas de los novios se visten de la misma manera y cantan antes, durante y después del casamiento. Nos contaban que suele ser fácil ponerse de acuerdo en cuanto a la vestimenta y las canciones. No me podía imaginar esto en la Argentina…
Saliendo del muelle…
Un breve video, grabado a la salida de la plaza de los enamorados, para que escuchen algo de las canciones que se pueden disfrutar…
“Puto”, en portugués (por lo menos el de Portugal) significa “pequeño”. Por eso, es común ver o escuchar frases de este tipo: “Aplausos para el más puto de la banda” (lo escuchamos en un recital de la banda donde toca la gatirra la novia de nuestro primer couch) o “El más puto del equipo salió lesionado” (lo leímos en la potada de un periódico). Esto tampoco nos lo podíamos imaginar en la Argentina…
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