Museo Benito Quinquela Martín para ir con niños

Cada vez más museos en Buenos Aires se suman a la movida de crear espacios y actividades para niños en algunas de sus salas y el Museo Benito Quinquela Martín no es la excepción. Eso me puso muy contenta porque incentiva a los papás y a la mamás a que se animen a visitar los museos con niños.
El año pasado, en la Feria del Libro, le compré a Tahiel un libro de la editorial Arte a Babor que se llama «A Benito le gustan los barcos». En el libro se cuenta la historia de Benito, su vida en el barrio de La Boca y la evolución de su arte. Una de las cosas que más le llamó la atención a Tahiel fue la vida en el puerto y el color de los barcos. Eso fuimos a buscar al museo y nos encontramos con mucho más.

El museo Benito Quinquela Martín tiene dos pisos con exposiciones. En el segundo piso se pueden visitar algunas salas con los mascarones de proa que Benito coleccionaba y otras salas con sus obras hechas en óleo y con espátulas. Uno de los consejos del libro es que nos acerquemos lo más que podamos a las obras para, justamente, ver las marcas de las espátulas. Eso hicimos y eso fue lo que más le llamó la atención a Tahiel. «Ma, mira cómo se ve la pintura levantada», me dijo entusiasmado cuando observamos el siguiente cuadro:

Además, el segundo piso del Museo Benito Quinquela Martín es el que tiene el espacio destinado a los más pequeños. Ahí van a encontrar mesas con juegos como dominó, memotest, rompecabezas y tablero con números para avanzar con un dado. También hay propuestas para chicos y chicas más grandes, con actividades como una búsqueda del tesoro o propuestas de análisis de obras.
Para los que quieran leer y dibujar hay una mini biblioteca y dos atriles con hojas y lápices de colores. ¡Así que no hay excusas para no ir con los niños!

En el tercer piso del Museo Benito Quinquela Martín van a encontrar muchas más obras del artistas y, además, van a poder conocer algunos de los rincones de la casa donde Benito Quinquela Martín vivía. Esto es una buena oportunidad para charlar con los chicos sobre cómo se vivía antes e imaginar cómo era la vida de un día de trabajo para Quinquela. A nosotros, el ambiente que más nos gustó fue la colorida cocina.
Desde ahí se puede acceder a la terraza donde hay varias esculturas. Hace unos años, desde la terraza se podía ver hasta la calle Caminito, pero en esta oportunidad no pudimos ver nada.

 

Después de visitar el Museo Benito Quinquela Martín pueden aprovechar y conocer el Barrio de La Boca, asomarse a la Fundación Proa que suele tener actividades para la familia o, simplemente, caminar por la costanera.
Nosotros aprovechamos una actividad que había frente al museo, en la que construimos barriletes con la fundación Batoco, a quienes habíamos conocido hace unos años en las barrileteadas de los domingos en Vicente López.

¿Conocen este museo? ¿Son de visitar museos con los niños?
#losniñosalosmuseos

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