Pushkar, un lugar sagrado

Pushkar es una pequeña ciudad, a 11 km de Ajmer, que creció alrededor de un lago sagrado. Es el lugar donde se encuentra el único templo de India dedicado a Brahma, una de las representaciones principales del Brahmán (las otras dos son Visnú y Siva).
Para el hinduismo todo lo que existe emana del Brahmán y volverá a él. El Brahamán es el Uno, la realidad última, es informe y eterno. La infinidad de deidades que tiene el hinduismo son sólo manifestaciones de este ente.

Vista de una parte del lago sagrado.

 

Templo dedicado a Brahma (no se pueden tomar fotos en su interior).

Como una brevísima síntesis les contamos que los hindúes creen que la vida terrenal es cíclica: se nace una y otra vez. La forma y la calidad de esas transmigraciones dependen de la conducta (karma) que cada uno haya llevado en vidas anteriores. Si uno cumple con el deber social y el código moral de comportamiento (dharma) aumenta sus posibilidades de renacer en una casta superior y en mejores circunstancias. En cambio, sino lo hace y acumula un mal karma puede renacer en el cuerpo de un animal. Sólo el ser humano es capaz de lograr el suficiente autoconocimiento para lograr la liberación (moksha).
El sistema de castas parece funcional al gobierno y a los más ricos, aunque según nos contaron existen planes gubernamentales para que los de las castas inferiores puedan acceder a la educación o a ciertos puestos administrativos. Sin embargo, ésto parece no agradarles a los de las castas superiores. Es un tema bastante delicado en la sociedad india y no es fácil encontrar a alguien que quiera hablar del mismo, por lo menos a nosotros nos costó charlar sobre el tema.

El lago está rodeado de templos y ghats. Según dicen algunos, algunas de las cenizas de Gandhi fueron arrojadas en el ghat que hoy lleva su nombre, pero es algo que no pudimos corroborar.

Algunas fotos de los ghats (escaleras que desembocan en el lago).

Todos los días en los ghats que “bajan” al lago se ven cientos de personas que se bañan en sus aguas sagradas (como en Varanasi, pero un poco más limpio). Como en todos estos lugares, siempre aparecen falsos gurúes o sacerdotes que quieren engancharte con plegarias para desearle buena suerte a tu familia y a tus amigos a cambio de que dejes unas buenas rupias en sus bolsas… simplemente es cuestión de ignorarlos.

Teóricamente es una ciudad donde no se puede tomar alcohol ni comer carne y huevos. Pero, al convertirse en un lugar turístico si preguntás… encontrás… por lo menos huevos y cerveza, ya lo de la carne es más complicado…

La ciudad tiene una calle principal llena de locales donde venden comida, ropa y platería. Si India es el país en el que más hispanohablantes encontramos, Pushkar es la ciudad donde se concentran. Muchas personas de Latinoamérica y España, sobre todo de España, vienen para comprar ropa y demás chucherías por mayor para revenderlas a mejor precio en sus países. Los productos no son de tan buena calidad pero se venden igual, y mucho!

Alrededor del lago hay algunas montañas bajas con templos en sus cimas a las que no subimos… pero para todo aquel que le guste madrugar dicen que hay vistas muy bonitas de la ciudad durante el amanecer.

Nuestra idea era quedarnos en esta pequeña ciudad por tres o cuatro días y terminamos quedándonos ocho… estábamos en un hotelito muy lindo, con una terraza muy agradable donde pagamos sólo 3 dólares diarios la habitación. Estábamos tan cómodos que lo adoptamos como nuestro hogar por esos días. Pasábamos la mayor parte del tiempo descansando, comiendo, escribiendo y charlando con los españoles y argentinos que conocimos en el camino.

Info práctica para los que viajen:

No existen buses directos a Pushkar. Es necesario llegar primero a Ajmer, ya sea en tren o en bus y, desde allí, tomar un bus local que cuesta 7 u 8 rupias (no más…).

Después de Pushkar nos fuimos para Jaipur-Amber, donde vivimos el festival de los elefantes y el de holi. Pero todo esto en la próxima!
Saludos para todos!

 

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