La Cumbrecita (o el pueblo peatonal)
Si están organizando un viaje por el valle de Calamuchita, en Córdoba, no pueden dejar de conocer La Cumbrecita, también conocido como el pueblo peatonal. En este artículo les contamos nuestras experiencia y algunas ideas de qué hacer en La Cumbrecita.
Un cartel tallado en madera nos da la bienvenida al pueblo peatonal. Unos chicos con remeras blancas nos dicen que debemos dejar nuestro auto en la zona de estacionamiento y pagar 250 pesos (2019) para que lo cuiden. No hay muchas opciones. Si no queremos dejarlo ahí tenemos que volver sobre el camino y estacionarlo antes de bajar “el caracol”. Se supone que el dinero se destina a mantener la infraestructura turística de la zona. Así que estacionamos. Cargamos el cochecito de Tahiel con sus cosas (mamadera con agua, mamadera vacía, cartoncito con leche, pañales y protector solar) y nos vamos a conocer el pueblo al que solo se puede ingresar caminando.
Puente de ingreso al pueblo, sobre el Río del Medio.
Algo de historia
La Cumbrecita es un pueblo de aproximadamente 1000 habitantes permanentes, que recibe más de 360.000 visitantes por año. Tiene su origen en 1934, cuando Helmut Cabjolsky, llegado de Berlín, compró 500 hectáreas en las sierras cordobesas. Un año después, se construyó la primera edificación, hecha en adobe, con ocho habitaciones para albergar a la familia durante los meses de verano y algunos fines de semana. Al poco tiempo, varios amigos comenzaron a visitar la zona y, poco a poco, algunas familias de origen centroeuropeo se fueron construyendo sus viviendas. Como en muchos otros lugares del mundo, lo que empezó como un lugar de descanso y paso se transformó en lugar de residencia.
El pueblo tiene una impronta alpina, con construcciones de madera, en el medio de una zona natural serrana, verde y con ríos que la surcan.
Río del Medio, que bordea el casco urbano.
Escudo del pueblo, en el ingreso.
Calle principal e ingreso.
Nuestras experiencia en las caminatas
Al ser un pueblo peatonal, si uno viene a La Cumbrecita tiene que caminar. Y el ambiente es ideal para hacerlo. Por eso si nos pregunta qué hacer en La Cumbrecita, la respuesta es caminar. Y una de las cosas que más nos gustó fue la organización de los circuitos a pie. Cuando uno llega puede pasar por la oficina de información turística y retirar un mapa con los circuitos que se pueden hacer. Algunos son de pocos minutos, otros de algunas horas y otros, los más largos, duran todo el día y es necesario ir con guía. Les recomendamos pasar por la oficina de turismo y respetar lo que ahí les digan.
Nosotros, con Tahiel y el cochecito, solo hicimos algunos de los más cortos, pero estaban muy bien indicados los caminos que había que tomar, con el tiempo que podía llevarte llegar a cada destino.
A medida que avanzábamos, mis sentidos iban percibiendo olores, ruidos y sensaciones que me transportaban a mis campamentos de la infancia. Por momentos, cerraba los ojos y sentía que podía estar en cualquier lugar del mundo que fuera arbolado, bien verde, con mis pies pisando la tierra, mis oídos escuchando el agua correr y mi nariz respirando aire puro y aroma a hierba. Me encantó. Dino sintió algo parecido. Avanzamos por caminos de tierra transitables, pasamos por varias hosterías, vimos esculturas talladas en maderas y llegamos a una olla, con una cascada, que no estaba en su máximo apogeo.
Nuestra experiencia con las comidas
A media que uno ingresa por los senderos encuentra hosterías, restaurantes, bares y cafés. Todo tiene una decoración en madera tradicional, que te invita a querer conocer todo. También hay algunos locales de venta de chocolate, cerveza y helados artesanales. Por eso, otra de las recomendaciones de qué hacer en La Cumbrecita es comer y tomar. Vayan con muchas ganas de hacerlo. Como en todos los destinos turísticos, van a encontrar lugares más baratos y otros más caros. No somos mucho de recomendar lugares para comer, porque es muy personal y porque depende del dinero disponible de cada viajero, pero no se preocupen que van a encontrar muchos lugares.
Solo voy a nombrar a Magoya porque me hizo acordar a que cada vez que en mi vida escuché «que te lo pague Magoya» me preguntaba quién era. Después de tantos años, lo descubrí.
Nos gustó mucho el paseo porque es ideal tanto para parejas o personas que viajan solas, como para familias con niños pequeños y no tanto. Hay muchos senderos, de distinta duración y complejidad y eso favorece que todos estén contentos con la oferta del lugar.
Algunas otras fotos del lugar.
¿Qué hacer y ver en La Cumbrecita?
Interés histórico
Entre los puntos de interés histórico que se pueden visitar están:
- La plaza del ajedrez, donde hay un tablero de ajedrez con piezas hechas de hierro y lata.
- La plaza de los pioneros, en homenaje a los primeros habitantes del pueblo.
- La capilla ecuménica, que es el símbolo de La Cumbrecita.
Interés natural
Entre los puntos de interés natural que se pueden visitar se encuentran:
- Cerro cristal, a 1 hora de caminata desde el estacionamiento.
- Cerro Cumbrecita, cerca de la capilla ecuménica.
- La olla, una especie de laguna y balneario en el arroyo Almbach, rodeado por un bosque de coníferas y robles.
- La Cascada Grande, sobre el mismo arroyo.
- Vista panorámica El Indio.
- Lago de las truchas.
- Vista Panorámica Cerro Wank.
- Tres Cascadas.
Excursiones con guía
Además, hay tres excursiones que se pueden realizar solo con guía autorizado.
- Vallecito del Abedul y Cascada Escondida (se va desde El Indio).
- Río Subterráneo (3 horas desde el Cerro Wank).
- Cementerio La Gruta.
Parque temático Peñón del Águila
En La Cumbrecita se encuentra el primer parque temático de las sierras cordobesas. Es un parque ambientado con la tradición centroeuropea del siglo XII. Los empleados lucen tiradores y sombreros verdes con plumas, la gastronomía que se ofrece es alemana y suiza, y casi todas las construcciones son de madera. El símbolo del parque es un tren tirolés rojo, que lo recorre. Allí es posible realizar actividades de trekking, tirolesa o arborismo. También, hay shows para los más chicos, con leyendas, historias y personajes de trajes típicos. Desde el pueblo está muy bien indicado cómo llegar a este parque. Se llega caminando por un sendero sin dificultad. Es ideal para un viaje en familia y con niños.
¿Cómo llegar a La Cumbrecita?
Desde Villa General Belgrano son 38 km por hermosos paisajes.
También se puede llegar en el bus local de la empresa Pájaro Blanco.
Si quieren más info sobre cómo llegar a la Cumbrecita pueden ver este link de la web oficial, con la información actualizada.
¿Dónde dormir en La Cumbrecita?
Si tienen ganas de pasar aunque sea una noche en este hermoso lugar, les recomendamos buscar en este recuadro para encontrar el alojamiento que más se acerque a lo que andan buscando. Hay hospedajes para todos los bolsillos. Si reservan a través de este blog, a ustedes les sale lo mismo y a nosotros nos ayudan con una comisión. ¡Muchas gracias!
En la oficina de turismo hay un hermoso mapa tallado con los atractivos y senderos.
¡Si andan por el Valle de Calamuchita no dejen de visitar este hermoso rincón. ¡Buen viaje!
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Débora
La información me parece muy completa y útil porque justamente quuero recorrer la Argentina y había pensado empezar por Córdoba. Me da un poco de miedo porque la policia es un poco complicada en esta ciudad aunque tengas todo en orden más aún siendo sola. Respecto a las comidas saben si hay opciones para celíacos? Sería un factor para mi ver importante para los q contamos con esa condición. Gracias por tan clara descripción del lugar
Aldana Chiodi
Hola, Débora
Con respecto a la celiaquía, no puedo decirte cien por ciento que vayas a encontrar opciones en todos los lugares, pero es cada vez más común encontrar opciones. En los supermercados siempre hay algo que vas a poder usar.
Buen viaje!
José María Irureta
La ley no es pareja, solamente los turistas somos los que caminamos por el pueblo, los que reciden andan en auto, motos y caballos como vi hoy cuando lo visité, el estacionamiento te cobran 110 pesos y lo cobraban antes del caracol, o sea que si o si te cobran, lamentablemente no vuelvo más vuelvo a decir la ley no es pareja.
Aldana Chiodi
Hola José Luis. Sí, lo del estacionamiento es antes del caracol y es algo que a nosotros no nos pareció tampoco muy bueno, pero ya lo sabíamos porque nos habían comentado del tema. Pero claro, no todos lo saben. Es bueno contarlo acá.
El tema de los vehículos creo que el problema es que a veces no se respeta. Se supone que hay una zona en la que no pueden circular vehículos salvo en determinadas horas los locales para, por ejemplo, descargar mercadería.
A lo mejor podes volver más adelante y darle na segunda oportunidad. Aunque sea para recorrer los caminos más agrestes.
Saludos!
Nata
Fui dos veces y sé que si te hospedas allí podes entrar en auto hasta el lugar. A mí me encantó y en cuanto al precio del estacionamiento no me parece mal. El lugar es increíblemente atrapante y super limpio por donde mires.