Rosario con «R» de Río: un recorrido por la costanera
[sg_popup id=»2″ event=»onload»][/sg_popup]
Así como Madryn me sorprendió con la M de Mar, Rosario hizo lo propio con la R de Río. Es que el río para Rosario es tan fundamental como el mar para Madryn. No sólo porque es una ciudad portuaria en las orillas del río Paraná, una de las principales vías fluviales del país y del Mercosur, o porque desde sus puertos cercanos se exporta gran parte de la producción agrícola de la región, sino porque el río forma parte de la ciudad y de la vida de sus habitantes. La ciudad mira al río y nosotros miramos a la ciudad desde su costanera.
Por eso, los invito a que me acompañen en un recorrido fotográfico por este hermoso lugar, así les voy contando algunas cosas.
Nuestra caminata comenzó por el símbolo que identifica a la ciudad: el Monumento a la Bandera Argentina, construido donde Manuel Belgrano enarboló la bandera nacional por primera vez, en 1812. Con imaginación, podemos ver cómo las tres partes del monumento (la torre, el patio cívico y el propileo) forman un barco que mira hacia el río. Se puede subir a un mirador desde donde se tienen muy lindas vistas de la ciudad y del río. El día que lo visitamos había varios alumnos de otras provincias del país que estaban jurando la bandera, así que me quedé un rato a observarlos.
Vista del río y parte de la ciudad desde el Monumento a la Bandera.
Desde el Parque Nacional a la Bandera caminamos a paso lento hacia el norte de la ciudad, disfrutando del sol del mediodía. En la caminata, pasamos por varios galpones. Algunos están abandonados, otros se están reciclando y otros, ya funcionan como centros culturales, tanto para adultos como para jovenes. Todas las actividades y talleres son gratuitos. Entramos justo en la clase de salsa. Nos fuimos a los 5 minutos porque no es nuestro fuerte.
Las paredes de estos centros tienen algunos regalos de street art y un mensaje muy positivo para todos: ¿por qué no?
Ya se acercaba la hora de comer, así que nos sentamos a descansar y a degustar de nuestro almuerzo imitando a los rosarinos que salían de las oficinas para aprovechar el sol del mediodía.
Algunos prefieren elegir uno de los tantos restaurantes y bares con vistas al río.
Y de postre, unos pochoclos (palomitas de maíz) o copos de azucar para recordar la infancia.
Mientras caminamos y observamos nuestro alrededor nos sorprendemos al descubrir cosas como estas, que nos encantan.
Ya casi llegando al Parque España (el de las dos columnas «griegas») comienza la movida roller y skate. Algunos practican en cualquier sector de la costanera, pero otros utilizan el espacio destinado para tal final. Allí, durante el atardecer y los fines de semana, se llena de chicos y chicas practicando sus destrezas. Es una buena idea ir como observador o prenderse en la práctica de estos deportes.
Cuando llegamos a la vieja estación del tren nos sorprendimos con un complejo preparado para los más chicos: la Isla de los Inventos. Allí, los chicos (y no tan chicos) pueden experimentar y sorprenderse en un lugar totalmente reciclado.
Los barcos cargueros forman parte del paisaje costero rosarino. Dino puede quedarse horas mirándolos e imaginando que alguno de esos barcos lo cruza hasta África…
En los últimos años se se inauguraron muchos centros culturales. Uno de ellos es el Complejo Cultural Casa de Tango, que se ve en la siguiente imagen.
A cada paso encontrás bancos para descansar, tomar sol y leer. Además, de ser un camino muy concurrido por los corredores, sobre todo hacia el atardecer.
También hay espacios para quienes quieren disfrutar del tango y la milonga.
Y otros para los más deportistas…
Nuestro recorrido terminó en el Museo de Arte Contemporáneo, que funciona en unos antiguos silos reciclados. Desde allí, tomamos por el Boulevar Oroño y descubrimos otras zonas de la ciudad, pero eso se los cuento en la próxima.
Todos los fines de la semana, a lo largo de la costanera, se instalan varias ferias ideales para darse una vuelta por ellas. Pueden encontrar ferias de diseño, de artesanías y de antigüedades, entre otras cosas. No se las pierdan!
Esperamos que hayan disfrutado de este recorrido costero. En unos días, los próximos post sobre Rosario, la «Chicago Argentina», como se la conocía en otra época.
¿Ya conocés nuestro libro de viajes? Se llama «Magia es Viajar» y cuenta nuestras vivencias por Asia, África, América y Europa.
Es una producción independiente y con tu compra nos ayudás a seguir con todo lo que implica Magia en el Camino. Para sumarte hacé click aquí.