Colonia: un lugar al que volvería mil veces
Colonia del Sacramento, en Uruguay, es uno de esos lugares a los que volvería mil veces. No por mucho tiempo. Pero sí muchas veces. Aunque sea una tarde para dar una vuelta. Volvería en verano, cuando está llena de gente. Y en invierno, cuando me enamora su tranquilidad, sus colores y sus árboles sin hojas.
En este enlace pueden ver tours y excursiones por Colonia del Sacramento.
Caminar por el casco histórico de Colonia
Y volvería solo para caminar (o para recorrerla en bici) y observar. Es uno de esos lugares en los que me gusta sentarme un rato a ver qué pasa y caminar despacio mirando bien a mi alrededor. Y si hay poca gente, mejor, porque tengo más posibilidades de concentrarme en los detalles sin que la multitud me «despierte» de mi viaje.
Después del hermoso día que pasamos intentando jugar al golf y disfrutando los sabores del Uruguay invitados por el Sheraton Colonia nos fuimos a pasar una tarde al caso histórico de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1995.
Mientras que los chicos del blogtrip siguieron su viaje hacia Punta del Este o Montevideo, nosotros nos quedamos un día más en Colonia y, como no podía ser de otra manera, volvimos al casco histórico. Los dos días solo nos dedicamos a caminar, descansar sentados en alguna esquina, observar y tomar fotos.
En el recorrido, disfrutamos de las calles empedradas (ni se les ocurra ir con tacos), de sus faroles y de las construcciones portuguesas y españolas…
Las ventanas y sus flores…
De sus detalles...
Sus bares y restaurantes coloridos…
De su faro, construido sobre los cimientos del Convento San Francisco Javier e inaugurado en 1957…
Su costanera y su muelle…
Y de esas pequeñas cosas que te hacen ver que se puede vivir sin apuros y ser amable.
– Un señor con boina, termo en la mano, sonrisa y voz suave me pregunta: «Señorita (me gustó que diga «señorita»)… ¿puedo hacerle una observación?»
– Ante mi asombro por semejante cortesía (cosa que debería ser lo normal y no algo que me sorprenda), le digo: «Sí, cómo no».
– «Tiene la campera mal abrochada», me indica con la otra mano, mientras sigue caminando con ese andar tranquilo de quien no está preocupado.
– Con una sonrisa cómplice le agradezco, me miro y, efectivamente, tenía los botones desfasados. Lo lindo fue la manera en que me lo dijo. Muchas veces cuando hablamos, importa más la manera en que lo hacemos, que la información que transmitimos. Las mismas palabras, dichas de una u otra manera, tendrán, sin dudas, distintas repercusiones. ¿Qué nos costará ser más amables cuando hablamos?
Y así… fue anocheciendo…
Ya visité Colonia tres veces, me quedan 997…
Un regalo para el final…
Estaba agachada tratando de tomar una foto al antiguo portal de la ciudad, cuando una pareja mayor apuró su pasó porque pensó que estaba «arruinando» mi foto. «No hay problema», le dije. «No, vamos a salir nosotros en la foto», me replicaron.
«¿Y por qué no? ¿Quieren que les tome una foto?», les pregunté.
Un poco tímidos al principio, me dijeron que sí. Tomé su cámara y les saqué varias (no me convencía la luz). Ellos se mostraron agradecidos y sonrientes. No me pregunten por qué, pero me transmitieron una sensación de paz y felicidad enorme. Cuando nos despedíamos, me contaron que estaban festejando sus 60 años de casados. Habían elegido Colonia porque en esta ciudad pasaron su luna de miel. Estaban en el mismo hotel que aquella vez… (¿les habrá tocado la misma habitación?).
Me emocionaron.
Los saludé y les pedí permiso para tomarles una fotografía con mi cámara y contar su historia. Me dijeron que sí. Gracias Saúl y Ana!! Que sean muy felices!!
Colonia también tiene estas cosas…
Información útil para viajar a Colonia
(Los precios son orientativos, ya que corresponden a 2012)
– Entrada al Faro: 20 pesos uruguayos.
– Hay baños gratuitos detrás de Información Turística (este dato parece poco importante, pero no lo es).
– La comida en el casco histórico es más cara.
– Hay varios museos para visitar, como el del Azulejo, el Indígena, el Español y el Portugués (no falta ninguno).
¿Cómo llegar a Colonia desde Buenos Aires?
– Todos los días salen barcos desde Buenos Aires hasta Colonia. Existen tres compañías: Buquebus, Seacat y ColoniaExpress. Las dos primeras salen del mismo lugar (donde desemboca la Av. Córdoba) y los pasajeros suelen viajar en el mismo barco. En cambio, la tercera, si bien es más económica, el puerto de salida se ubica debajo de la autopista Buenos Aires-La Plata y la accesibilidad no es buena (salvo que llegues en taxi o te lleven en auto).
– Es bueno chequear los sitios web de estas compañías, porque suelen tener promociones por viajes de uno o dos días.
– Otra opción es viajar hasta la localidad bonaerense de Tigre, cruzar en barco hasta la localidad uruguaya de Carmelo y desde allí tomar un bus hasta Colonia.
Desde Uruguay
– Hay buses locales desde todas las principales ciudades Uruguayas. Desde Montevideo son tres horas en bus.
Los invitamos a sumarse con un Me Gusta en la página de facebook de Magia en el Camino. También los esperamos en twitter acá. Gracias!
¿Ya conocés nuestro libro de viajes? Se llama «Magia es Viajar» y cuenta nuestras vivencias por Asia, África, América y Europa.
Es una producción independiente y con tu compra nos ayudás a seguir con todo lo que implica Magia en el Camino. Para sumarte hacé click aquí.