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Excursión a la playa de Quila Quina

Apenas llegamos a la playa de Quila Quina, Tahiel salió corriendo por el muelle. Siempre tiene esa necesidad de correr que nos encanta y nos agota por igual. Habíamos salido casi 40 minutos antes del puerto de San martín de los Andes en una excursión lacustre, por el lago Lácar, hasta Quila Quina.
Cuando llegó al final del recorrido del muelle, miró hacia su izquierda y vio cómo los chicos terminaban de preparar las mesas para abrir el restaurante y de desatar los kayacs para alquilarlos. No pudo con su genio y se fue derecho hacia lo que más le llamaba la atención: los kayacs de colores. Como todavía era temprano, no pudo dar una vuelta, pero se entretuvo un rato caminando sobre ellos.
Después, volvió al muelle y vio al chico que repartía los mapas. No lo dudó un minuto y se acercó para pedirle uno. Lo abrió y lo miró como si entendiera todo lo que decía y nos dijo: «ya sé a dónde tenemos que ir». Yo no sé si su gusto por los mapas lo heredó o lo copió, pero me encanta compartir con él ese gusto.

 

La zona de Quila Quina (también conocida solo como playa Quila Quina) es un área que se ubica en la Comunidad Mapuche Curruhuinca, en la orilla del lago Lácar, dentro del Parque Nacional Lanin. Nosotros llegamos en una excursión lacustre para pasar un día, pero se puede llegar también en vehículo, a través de un camino de montaña y de ripio consolidado. En el lugar hay un camping con todos los servicios donde se puede pasar la noche.

Con el mapa en la mano, Tahiel empezó a caminar y, casi sin saberlo, siguió con los consejos que nos habían dado nuestros amigos Ariel y Jesi: «Sigan el camino de tierra que se ve apenas bajan del barco y caminen derecho hasta que, sobre su derecha, vean una puerta. Ahí se venden las mejores tortas fritas del sur».
Llegamos al lugar indicado, nos sorprendimos con lo cuidado de su jardín y buscamos las tortas fritas que tanta fama tenían.

Con el paquete de tortas fritas en la mano nos fuimos a la playa La Puntilla, a muy pocos metros del muelle de Quila Quina, donde un cartel anunciaba que las aguas eran frías y profundas. Nuestra idea no era meternos, sino, permanecer bajo la sombra de algún árbol y disfrutar de la comida y el mate, pero la idea de Tahiel era otra.
Se acercó al agua, la tocó, se remangó los pantalones, se mojó y en cinco minutos ya estaba jugando y charlando con un nene, con quiene estuvo más de una hora en «un mundo paralelo». Volvió a demostrar su capacidad de socialización y empatía, que esperamos que le dure mucho tiempo y que, más allá de su personalidad, estamos convencidos de que algo contribuyeron los viajes, porque los viajes a los niños les hacen bien.

En esa playa también hay un puesto de comida rápida para los que no quieran comer en el restaurante del muelle o para quienes no se llevaron nada para el picnic.


Después de la playa nos fuimos a caminar por la zona conocida como El Cipresal, siempre en el Área Quila Quina del Parque Nacional Lanín. La idea era llegar al Arroyo Grande y desde ahí, caminar nuevamente hacia el muelle. El paseo es hermoso porque a pesar de estar en pleno verano, los árboles iban tomando algunos colores verdes claros y amarillos. En la caminata se respira mucha paz y apenas circulan vehículos. El mayor ruido se escucha a medida que uno se acerca a la zona del camping, del otro lado del arroyo, pero igual es un lugar tranquilo.

En vez de cruzar el puente que se ve en la última foto, seguimos camino bordeando el arroyo, jugamos con el agua y las piedras y nos desviamos por el camino que, después de unos minutos, nos dejaría nuevamente en el muelle. Muy cerca del arroyo hay un desvío para llegar a la Cascada del Arroyo Grande. No es un trayecto muy largo, solo unos 200 metros más, pero hay que pagar un bono contribución a la comunidad para acceder.


Una vez en el muelle, Tahiel volvió a intentar subirse a los kayacs, pero no tuvo la misma suerte que otras veces. Además, el tiempo estaba un poco ventoso, así que mejor esperar con los pies en la arena.
Visitar Quila Quina es una linda excursión para hacer desde San Martín de los Andes. Nosotros la hicimos con la naviera Lácar & Nonthue, que también realiza otras excursiones como a Hua Hum.

¿Ya conocen Quila Quina? ¿Que les pareció?


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