La Bahía de Kupari
Esteban y yo charlábamos sentados en la orilla con los pies en el agua. Tahiel, a upa de Esteban, jugueteaba con sus piecitos haciendo «olas». Hablábamos, quizás ignorando o quizás inspirados, sobre lo que se erigía, monumental, a nuestras espaldas. Antes de la guerra de Los Balcanes, la Bahía de Kupari era un complejo de hoteles construido para las vacaciones de los altos cuadros militares de la ex Yugoslavia y sus familias, bajo la autoridad omnipresente del Mariscal Tito. Hoy, simplemente, las ruinas de aquellos hoteles, destruidos y abandonados, cuentan como testigos la barbarie de la guerra. No se si algo allí adentro está entero, sano o sin al menos un rasguño. Goričine, Goričine II, Pelegrin, Grand Hotel y el Kupari. Así se llamaban los 5 hoteles que alguna vez ostentaron lujo. Hasta Tito tenía una casa de veraneo en la bahía.
Esteban es un muy buen fotógrafo. Una mañana en Dubrovnik, Croacia, nos dijo que se iba a sacar fotos a los hoteles abandonados de la Bahía de Kupari y nos preguntó si queríamos acompañarlo. ¿A dónde? En este viaje contábamos con menos información que de costumbre, así que una invitación a sacar fotos de edificios en ruinas, baleados y bombardeados sonaba muy interesante.
Hoteles de veraneo destruidos durante la guerra. Puro alimento para la imaginación. Así como me apasiona visitar casas museo por el hecho de apoyar mis suelas sobre la historia misma, esto me producía una sensación similar. Habitaciones destruidas a balazos, recepciones de hoteles victimas de cañonazos, mesas que antaño gritaban lujo, partidas en mil astillas. Todo ahora está en ruinas. Pero cuanta gente desayunó, almorzó, cenó o, simplemente, se tomó una cerveza en cualquiera de aquellos salones. Cuanta gente soñó en aquella almohada desplumada que encontré tirada en un rincón de lo que fue una habitación. Cuántas parejas comenzaron allí su romance o terminaron su relación. Cuántos amigos compartieron charlas como lo estábamos haciendo Esteban, Tahiel y yo, aquella mañana con tanta historia erigida a nuestras espaldas.
En un momento la bahía se convirtió en uno de los destinos turísticos más visitados de Europa a orillas del bellísimo Mar Adriático. Caminar por las entrañas de los edificios abandonados requiere de cuidado y, para que negarlo, de valor. Da como “cosa”. Uno se pone un tanto esotérico y mira para los cuatro costados esperando que no aparezca de repente vaya uno a saber qué. Los infinitos vidrios rotos y hierros retorcidos lo llevan a uno a pelearse internamente entre estar atento a no lastimarse y dejarse llevar por la imaginación prestándole más atención a los detalles que a los peligros.
La guerra se llevó mucho de estos hoteles, se llevó casi todo. Lo único que no se pudo llevar son los recuerdos de quienes por allí pasaron, ni las historias que imaginamos quienes por allí pasamos en la actualidad. Tampoco pudo terminar con el atractivo que el paisaje natural del lugar sigue generando en quienes la visitan por sus playas y aguas transparentes.
Pero hay algo más que no se pudo llevar. Que dos amigos se sigan sentando a orillas del Mar Adriático a charlar con los pies en el agua, quizás ignorando o quizás inspirados, en lo que se erige monumental a sus espaldas.
Información práctica para llegar a Bahía de Kupari
Para llegar desde Dubrovnik se puede tomar el bus urbano número 10. Son unos pocos kilómetros. Les recomendamos preguntar por el Bahía de Kupari para saber dónde bajarse (pueden llevar anotado en un papel el nombre). Una vez que se bajan, hay que caminar unos 600-800 metros hasta la playa.
¿Ya tenés alojamiento en Dubrovnik? Si todavía estás buscando, podes hacerlo a través de este recuadro. Si reservas, a vos te sale lo mismo y a nosotros nos dan una pequeña comisión que nos ayuda a seguir. Muchas gracias!
SI VIAJAS A CROACIA, A LO MEJOR TE INTERESA LEER
Zagreb, la ciudad de los detalles.
El Museo de las Relaciones Rotas.
Parque Nacional Plitvice, una maravilla croata.
Split (o cuando la imaginación te miente a medias).
Dubrovnik y mi experiencia con un viajero curioso (en la Columna de Tahiel).
¿Te gustó el post? Te invitamos a compartirlo y a sumarte con un Me Gusta en la página de facebook de Magia en el Camino. También te esperamos en twitter acá. Gracias!
¿Ya conocés nuestro libro de viajes? Se llama «Magia es Viajar» y cuenta nuestras vivencias por Asia, África, América y Europa.
Es una producción independiente y con tu compra nos ayudás a seguir con todo lo que implica Magia en el Camino. Para sumarte hacé click aquí.