Ámsterdam I
Bicicletas (miles de bicicletas), canales, puentes, bares (miles de bares), coffe shops, Anna Frank, Van Gogh, porros, locales con productos eróticos, restaurantes, etcétera. Todo esto es Ámsterdam. Una ciudad que nos conquistó desde el primer día que la pisamos. Tiene el orden y la prolijidad de otras ciudades holandesas, pero con una vida propia difícil de describir. Es una de las ciudades más turísticas de Holanda y vale la pena visitarla varios días.
Canales y barrios bonitos
El primer día que la visitamos sólo recorrimos los canales más cercanos a la estación central durante unas horas y nos entretuvimos un poco con las vidrieras de la ciudad, sobre todo las relacionadas con los recuerdos para el turista y con el consumo de marihuana. Va una foto de muestra.
Nosotros no hicimos un paseo en barco por los canales, pero si querés hacerlo es una linda actividad para ver la ciudad desde otro ángulo. En este enlace podés ver una excursión por los canales de Ámsterdam.
Desde el primer momento nos llamó la atención la cantidad de bicicletas. Cuando estuvimos en China creíamos que habíamos visto suficientes todas juntas, pero nos equivocamos. Las explanadas que ven en la foto están llenas de bicicletas. Con tantas bicis, puede ser una buena idea hacer untour en bicicleta por Ámsterdam.
La segunda vez fue una visita más intensa. Tomamos el tren desde la estación central de La Haya hasta la estación central de Ámsterdam. Existen otras estaciones en la ciudad, pero las demás quedan alejadas del centro. El tiempo de viaje es de aproximadamente 50 minutos en tren.
En las dos visitas tuvimos bastante suerte con el tiempo, porque aunque estaba frío, de vez en cuando se asomaba el sol. Con el sol, el barrio Jordaan parece más lindo de lo que es. Las típicas casas de la ciudad acompañadas por bares y restaurantes, con sus mesas en la calle, en casi todas las esquinas, le dan un estilo diferencial al barrio.
Casa Museo de Anna Frank
Teníamos muchas ganas de ir al Museo Casa de Anna Frank y fuimos. La entrada cuesta 16 euros, pero vale la pena pagar eso y más. Pueden leer nuestra experiencia en este artículo, pero sólo les adelanto que es realmente movilizador estar en “la casa de atrás”, donde dos familias permanecieron ocultas de los nazis durante dos años, y ver el diario original de Anna.
Si te interesa esta historia, podés sumarte al tour de Anna Frank por el barrio judío de Ámsterdam.
Museo de Van Gogh
Otro de los museos que visitamos fue el de Van Gogh. Nos pareció un museo demasiado grande para la colección del pintor, pero estuvo interesante. Uno de sus cuadros más famosos «El dormitorio», estaba en restauración. Justo en ese momento había una exposición temporal de Gauguin, amigo de Van Gogh.
En uno de los laterales del museo hay un parque ideal para descansar y pasar un rato tratando de sacar una foto “sin gente” a las letras que dicen
“I amsterdam” (nosotros lo logramos!).
Mercado de flores y otras curiosidades
El recorrido por Ámsterdam continuó por el mercado flotante de flores, que de flotante no tenía nada, pero sí había flores (vendían muchos bulbos de tulipanes) y otras hierbas (como los mini kits para plantar marihuana).
Una de las tantas curiosidades que encontramos fueron dos tipos de “baños” para que los hombres (no se acordaron mucho de las mujeres) pudieran hacer pis cuando quisieran (y no lo hagan en cualquier lado, como suelen hacer en Holanda). Les presentamos los dos modelos, uno cubierto y otro descubierto.
También descubrimos unas hermosas casas flotantes (hasta con terrazas amuebladas) que pensábamos que eran económicas, pero nos dijeron que eran tan caras como las otras.
La famosa «zona roja» de Ámsterdam
Luego, buscamos la famosa zona roja. No es un lugar determinado en la ciudad, sino que es una zona amplia que no se puede señalar fácilmente en un mapa, porque deberíamos hacer un círculo bastante grande sobre el mismo.
Es todo como lo cuentan: en algunas calles de la “zona roja” hay casas que transformaron algunas de sus puertas y ventanas en pequeños cuartos decorados con cortinas rojas. Allí, en un espacio de 1,5 metros cuadrados, una chica en ropa interior mira desafiante a todos los que pasan por esa calle. Si alguno/a tiene interés en ella, se acerca, la ventana o puerta de vidrio se abre y se cierran las cortinas. No sabemos cuánto cobran, pero no vimos muchos clientes (por lo menos ese día!).
En la zona también está el Museo erótico y muchos sex shop. Pero también hay cafés y cervecerías dónde los clientes ni se enteran que en la casa de al lado están las mujeres ofreciéndose. Cada uno en lo suyo, como debe ser. Podés darle una mirada a esta visita guiada por el barrio rojo de Ámsterdam.
En unos días, ¡la segunda parte de Ámsterdam!
Estamos muy bien y disfrutando del mini turismo en bicicleta por Holanda, que ya les contaremos con más detalles. Saludos a todos!
Dónde dormir en Ámsterdam
En estas ciudades donde la mayoría de los atractivos turísticos se ubican a una distancia «caminable» (va entre comillas porque estas distancias son muy subjetivas), es buena idea alojarse en una zona céntrica. Además, tengan en cuenta que el precio de los transportes urbanos no es muy barato, por lo que estar lejos del centro no siempre conviene.
Acá les dejo un mapa para que comparen precios. Tienen que ingresar a alguno y modificar las fechas, la cantidad de noches y de personas, ya que los precios varían según esos filtros. ¡Buena estancia!