Hoi an y Hue: pasados por agua en el centro de Vietnam
Del centro de Vietnam pasado por agua sólo pudimos disfrutar de Hoi an y nos encantó. En nuestro paso por Hué, la antigua capital del imperio Nguyen (1792-1883), no paró de llover, así que en los dos días que estuvimos no pudimos ver ni la antigua ciudadela, que se conserva en parte a pesar de los bombardeos cercanos durante la guerra. Dicen que algunas de las más sangrientas batallas durante la guerra tuvieron lugar en las cercanías de esta ciudad.
Hoi an es una pequeña ciudad ubicada en la costa del mar de China Meridional, a pocos kilómetros de Hué, que tiene el atractivo de preservar su centro histórico con casas pintadas de amarillo y techos de tejas marrones y negras. Es la parte más linda de la ciudad y se encuentra a orillas del río Song Thu Bon.
Vista del casco histórico de Hoi an.
Hoi an fue uno de los principales puertos comerciales del sudeste asiático entre los siglos XV y XIX y en la ciudad se asentaron chinos, japoneses, portugueses, franceses, ingleses y holandeses, entre otros.
La mayoría de sus pobladores se dedican a la pesca, al turismo o a la fabricación de ropa a medida a precios muy bajos al cambio. Por ejemplo, Aldana se hizo un par de zapatos de colores, como le gustan a ella, por 40 pesos argentinos.
El puente japonés es, en la actualidad, el símbolo del casco histórico.
Preparándose para la pesca.
A primera hora de la mañana y al atardecer, las personas dedican varios minutos a realizar las ofrendas (latas de cerveza, coca cola y comidas en general) en los altares y prenden incienso en todos los rincones que encuentran.
De noche, las luces de los faroles de colores y de los bares le dan al caso histórico un encanto especial.
En el pueblo no falta el mercado ni los puestos callejeros para comer. Además, la mayoría de las plantas bajas de las casas antiguas hoy en día funcionan como galerías de arte, venta de recuerdos, sastrerías o bares.
Además de pesca, hay mucho cultivo de plátanos…
El día que paró de llover decidimos alquilar una moto y salir a recorrer los alrededores. Nos sorprendió la cantidad de pequeños altares en todas las casas, por más humildes que sean, y los templos coloridos al costado del camino.
Para cargarle combustible a la moto fuera del centro es necesario parar en alguno de los puestos que están a lo largo del camino.
También dimos una vuelta por la playa, aunque sólo permanecimos cinco minutos porque la llovizna volvió a hacerse presente.
Paso por Nha Trang
Después de tres días en Hoi an, decidimos ir más al sur para ver si el tiempo mejoraba, pero no, el mal tiempo también nos acompañó en nuestro paso por Nha Trang. Paró de llover, pero el cielo siguió nublado y la humedad aumentó.
Nha Trang es una ciudad balnearia, con muchos bares, restaurantes y negocios donde te venden excursiones para hacer buceo y navegar hacia las islas, pero no es buena época del año porque el agua está muy revuelta y se ve muy marrón.
En Nha Trang sólo estuvimos dos días y decidimos irnos ya para la ciudad de Ho Chi Minh (ex Saigón). Hoy a la noche nos tomamos otro sleeping bus hacia la ciudad. Lo bueno de estos buses es que como salen a eso de las 8 de la noche y llegan a eso de las 6 de la mañana, aprovechás todo el día en ambos lugares, el de salida y el de llegada. En Ho Chi Min nos esperan Lisa y su familia, del couch.
Same same, but different…
Según dicen, Vietnam es en todo el sudeste asiático el país con más cultura de copia de productos de marca, que van desde zapatillas y ropa hasta libros y guías de viajero. Existe una frase muy común que repiten permanentemente cuando te quieren vender algo copiado: “same same”.
Dicha frase los representa a tal punto que se imprimen y venden remeras con ese texto pero le agregan del lado de atrás “but different”.
Hemos comprobado que esta conducta se extiende a cualquier cosa que te vendan. Un ejemplo:
Nosotros: ¿El bus tiene baño?
Ellos: Si
Nosotros: ¿Para para cenar?
Ellos: No
Nosotros: Ok. 2 tickets por favor.
Luego no tiene baño y para 50 veces para que la gente cene y vaya al baño (y uno ya compró comida para comer en el bus).
Otro ejemplo:
Nosotros: ¿La habitación tiene WiFi?
Ellos: Si
Luego no tiene y tenés que bajar al lobby cada vez que querés usar Internet.
Otro ejemplo:
Nosotros: ¿Cuánto cuesta el bus a Ho Chi Minh?
Ellos: 7 dólares
Nosotros al otro día dispuestos a comprar el bus: ¿Cuánto cuesta el bus a Ho Chi Minh?
Ellos: 8 dólares
Nosotros: Pero ayer me dijiste que eran 7.
Ellos: Ah, sí, bueno, 7.
Tenemos más ejemplos pero sería repetitivo. Conclusión: pagá y luego vemos. Lo cual es obvio porque viven de venderles cosas a los visitantes, pero llega un momento que te cansa, ya que no sólo pasa en los lugares más “turísticos” (por llamarlos de alguna manera) sino en cualquier lugar. Esta sensación no la tuvimos en ningún otro lugar, pero creemos que se va a repetir en todo el sudeste asiático.
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