Image Alt

Blog

Transmitiendo desde la playa…

 

Magia en el Camino decidió que unos días de playa no le vienen mal a nadie así que aprovechó el ofrecimiento de un departamento en Rodadero, cerca de Santa Marta y pasó unos días allí, con el agua tibia y transparente, aunque con la arena algo negra y el cielo un poco nublado.

Abandonamos Bucaramanga para tomar la ruta que va hacia el norte de Colombia donde se encuentran las mejores playas. El calor de esta parte del
país, en esta época del año es terrible. Cargamos las mochilas, preparamos nuestro cartel y salimos. Fue uno de esos días largos, de hacer dedo varias veces y de sufrir mucho de calor.

Alejo y Carolina nos alcanzaron hasta Los Colorados, en las afueras de la ciudad de Bucaramanga desde donde se suponía que era bueno hacer dedo. Pero pasaban los minutos y no veíamos ningún avance. Les pedimos a unos trabajadores de las alcantarillas que estaban con una camioneta que nos alcancen hasta la bomba (estación de servicio) más cercana. Nos alcanzaron y la bomba estaba desierta. En general, casi todas las estaciones de servicio que vemos en la ruta están vacías o con muy poco autos.
Allí esperamos a que alguien pare, hasta que una buseta (tipo colectivo en miniatura) paró. Le explicamos qué estábamos haciendo y nos llevaron gratis hasta Agua Chica, una localidad pasando la mitad de camino. El calor se hacía sentir cada vez más.
De Agua Chica, fuimos hasta otra bomba de servicio y ahí encaramos a Edwin, un conductor de mulas (camiones) que no estaba muy confiado con llevarnos. Dudó bastante hasta que aceptó!! Cuando vio que no teníamos ninguna otra intención más que la que nos lleve en su camión se aflojó y no sólo nos compró agua en el camino, sino que además nos invitó a cenar.

Es muy común que cuando uno pide carne asada, pollo a la plancha o pollo frito, la porción venga acompañada con arroz, frijoles, fideos, plátano frito y sopa. La sopa es un elemento fundamental de la comida colombiana más allá del calor de esta zona del país.

Al principio, como excusa, Edwin nos decía que no había lugar para nuestras mochilas, pero cuando aceptó, pusimos todo en el container vacío que llevaba como carga. Al bajarnos nos dio su teléfono para que lo llamemos cuando volvamos a la ruta para ver si coincidíamos y nos llevaba otra vez. “¿Y si venís con un container lleno?” “No importa, ya veremos como llevamos las cosas”. Un fenómeno Edwin cuando te tiene confianza, jejeje.

Un empleado de la estación de servicio al vernos meter las mochilas en el container vacío, pregunta: ¿y vos pensás que entrarán tus cosas ahí? Nos dio mucha gracia. Parecía más un chiste cordobés que colombiano…

Edwin nos contaba que es muy difícil que la gente te pare en la ruta por miedo a que le pueda pasar algo. Él siente que hay mucha desconfianza y que mucha gente se aprovecha de la buena intención de algunos para hacer cosas malas. Dice, también, que ahora se puede andar por la ruta durante las horas del atardecer y la noche, pero que antes era impensado. Todos los camioneros aparcaban sus camiones (o mulas) temprano y salían al otro día con el sol.
Al parecer, el gobierno de Uribe bajó la delincuencia y la peligrosidad de las rutas por las guerrillas, pero muchos sugieren que no lo hizo con los mejores métodos. ¿El fin justifica los medios?


Los falsos positivos

Entre los medios que, al parecer, utilizó el anterior gobierno colombiano de Álvaro Uribe se encuentran los denominados falsos positivos. En la jerga militar y policial de Colombia, un positivo significa “captura o eliminación de personas consideradas enemigas del Estado”. Según varios artículos en Internet, los partes “positivos” siempre fueron premiados con ascensos, recompensas en dinero y vacaciones. Esto ayudó a que se marcaran como positivos a personas que no lo eran y así, cualquier joven campesino aparecía muerto, vestido de guerrillero, cuando posiblemente ni siquiera sabía explicar qué era la guerrilla… Eran eliminados y etiquetados como “muertos en combate” y, de esta manera, los miembros del ejército cobraban más dinero. De paso, estos métodos eliminaban a las personas más pobres siempre señaladas como culpables de la delincuencia. Lamentablemente esto no es nuevo y mucha gente lo apoya. Otra barbaridad más del ser humano.
Les dejamos un link para el que le interese leer un poco más:http://es.wikipedia.org/wiki/Esc%C3%A1ndalo_de_los_falsos_positivos

Edwin nos dejó a las 8 de noche, ya oscuro, en Bosconia. Antes de despedirse, nos regaló algo de dinero para que nos compremos aunque sea agua y nos dio su número de teléfono por cualquier cosa.

Una vez en Bosconia, creíamos que estábamos cerca de nuestro destino, pero estábamos equivocados. Esperamos más de dos horas hasta que nos pusimos a charlar con Rodrigo, un señor que iba en su camioneta hasta Barranquilla con 2 empleados de su finca y que había parado para tomarse un rico jugo de zapote y alguna arepa. Si bien Barranquilla no era nuestro destino, nos acercaba bastante y, a esa hora, ya más de las 10 de la noche, no teníamos muchas otras opciones. Queríamos llegar, ducharnos y dormir. Durante el viaje por una ruta en buen estado, pero muy oscura dada la hora, nos persiguen dos motos de policía y nos hacen parar. Rodrigo muy ofuscado no se quiere bajar de la camioneta y les redobla la apuesta. Los increpa preguntándoles qué clase de control es ese y que si quieren parar un auto lo deben hacer en los retenes de la policía. Como ellos insisten en pedir documentos y en que nos bajemos de la camioneta, Rodrigo les entrega una credencial que a ellos los deja boquiabiertos. Este buen hombre era diplomático. Los policías no querían saber más nada, pero Rodrigo les insistía en que esperaran porque iba a llamar a un general amigo para informarle de la irregularidad. Los policías se fueron más rápido que volando. Rodrigo nos decía que en época de guerrilla era imposible viajar a esa hora por estas rutas y que no sabe si estos 2 eran policías de verdad o delincuentes disfrazados. Creemos que eran policías porque sino no se hubiesen asustado con la credencial de Rodrigo.

 

Después de otras dos horas llegamos a Ciénaga, donde ellos debían desviarse para Barranquilla y nosotros tomar la ruta a Santa Marta. La bomba de servicio a la entrada de Rodadero, que pensábamos que estaba “ahí nomás”, no estaba. Así que Rodrigo tuvo la amabilidad de dejarnos en una parada de busetas donde nos quedaba esperar. El lugar estaba lleno de gente esperando que pase alguna buseta destartalada que los acerque hasta Santa Marta. En esa misma situación estábamos nosotros, ya que era la una de la mañana y estábamos agotados. Después de unos minutos llegó la preciada buseta y tras unos 20 minutos de viaje llegamos al departamento! Sólo nos bañamos y nos quedamos dormidos hasta el día siguiente.

Al otro día Rodadero se veía más lindo. Es una típica localidad balnearia, con negocios de comida, bebida, venta de recuerdos y de trajes de baño. La playa no es muy grande y la arena es negra, pero el agua es tibia y transparente. Como no somos amantes del sol, los días un poco nublados nos encantaron! Cocinamos, descansamos y caminamos.

 

Un día nos hicimos una escapada hasta Santa Marta y hasta la bahía de Taganga. No nos pareció nada muy lindo… dicen que las mejores playas y paisajes están en el Parque Nacional Tayrona y no nos cabe dudas de que es así, pero para ingresar hay que pagar y el precio para extranjeros no es acorde a nuestro momento del viaje, así que quedará para otra oportunidad.

Después de Rodadero nos fuimos para Cartagena donde las mejores playas también están en lugares a los que hay que acceder en barco o ir en excursión, así que sólo visitamos la ciudad colonial, muy colorida y conservada como lugar turístico.

 

 

Para llegar no fue fácil, aunque sólo eran 4 horas de viaje. A la salida de Rodadero no nos paraba nadie, por lo que le pedimos a un conductor de camioneta que nos lleve hasta Ciénaga. Desde allí, en una bomba hicimos dedo hasta que una camioneta (mejor dicho, sus ocupantes) aceptaron llevarnos hasta Barranquilla. Lástima que no iban a Cartagena, ya que estábamos muy cómodos! Desde las afueras de Barranquilla nos subimos gratis a un bus destartalado, con perros y gallinas haciendo sus ruidos característicos y sin aire acondicionado ni ventanas que se pudieran abrir… pero llegamos!

 

 

Las presentaciones que teníamos pensadas en Cartagena se pincharon, así que ya emprendemos el viaje hacia el sur con pilas para hacerlas en otras ciudades. Nos esperan en Medellín, Manizales y Bogotá para seguir con las presentaciones de Magia en el Camino – Proyecto Sur.

Los invitamos a sumarse con un Me Gusta en la página de facebook de Magia en el Camino y a suscribirse al blog para que les lleguen las novedades en su correo electrónico. Es muy fácil. Tienen que escribir su correo en el recuadro donde dice «suscribite», ir a la bandeja de entrada en su mail, buscar un mail de feedburner (puede caer en no deseados) y hacer click en el link que está en ese mail. Gracias!

Post a Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.