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América

[sg_popup id="2" event="onload"][/sg_popup] Si te propusieran hacer una selección de los 11 destinos de la Argentina para recomendar visitar, ¿cuáles elegirías? Esta es la nueva propuesta de los integrantes de la Red ViajAR, la red argentina de bloggers de viajes (que ya no existe más pero existía cuando escribimos este post).

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En un principio, con Dino pensamos en ordenar nuestra selección teniendo en cuenta las posiciones en el campo de juego, ya que se acerca el Mundial de Brasil 2014. Pero como muchos de ustedes sabrán, nuestras preferencias futbolísticas son diferentes, por lo que decidimos evitar discusiones de camisetas y armamos una lista con los 11 destinos que nosotros recomendamos. Aunque, como verán en algunos casos, le hicimos un guiño al fútbol. La selección no fue fácil, ya que el país tiene muchos atractivos, pero intentamos hacer un "picadito". ¡Que lo disfruten! Aclaramos: El orden de los factores no altera el producto. De muchos destinos no tenemos imágenes digitales, ya que los conocimos hace unos años.

[sg_popup id="2" event="onload"][/sg_popup] Todos los lugares que visitamos están llenos de historias mínimas, esas historias que nos va presentando el camino, que no salen en los diarios , pero que vale la pena conocer porque arrancan una sonrisa o un gesto de admiración. En nuestro último viaje a la ciudad bonaerense de Tandil nos cruzamos con dos de esas historias y nos gustaría compartirlas. Ustedes seguro que conocen otras. Pueden compartirlas con nosotros y los demás lectores.

[sg_popup id="2" event="onload"][/sg_popup] Recién pasado el mediodía, llegamos a la finca Huayrapuca, al pie del cerro Famatina (Wamatinag, que en aymara significa madre de los metales), en el departamento homónimo. Dejamos todas nuestras cosas en la combi, tomamos sólo lo necesario y salimos raudos para el valle. No podíamos ni queríamos que se nos vaya la luz. Paulo, dueño de la finca y conocedor del lugar como pocos, nos esperaba para salir en una excursión en 4x4 con varios puntos por recorrer, entre ellos, primero de todos y rodeado de montañas: la pequeña finca de José Caliba. José es un tipo afable, con muy buen humor y con una particularidad extra: se especializa en lavar oro. Sólo escuchar la frase “lavadores de oro”, no pude más que remontarme a las películas muy viejas, incluso en blanco y negro, donde cantidades de hombres con grandes platos cónicos (luego sabría que en español se llaman chaila), batían y batían agua con arena al costado del río para buscar el preciado metal amarillo. - ¿Cuánto hace que lava oro, José? - Desde los 18 (hoy debe rondar los 60). - ¿Siempre la misma técnica? - Siempre.

[sg_popup id="2" event="onload"][/sg_popup] Esta entrada forma parte de la categoría Rincones de Buenos Aires. Es un poco extensa, pero vale la pena recorrerla. La Avenida de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires, es una de las avenidas más emblemáticas y características del centro porteño. Comienza y termina en dos plazas. Une la Plaza de Mayo, donde se localiza la Casa de Gobierno (conocida como la Casa Rosada) y la Plaza del Congreso, donde en uno de sus extremos se encuentra el Palacio del Congreso de la Nación Argentina. Las 9 o 10 cuadras (depende cómo se las cuente) que unen las dos plazas son testimonio de una época que buscaba mostrar toda la opulencia del momento. A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la ciudad miraba hacia Europa y la necesidad de modernización no pasó desapercibida para sus entonces gobernantes. Así fue que la Avenida de Mayo se abrió con los objetivos de: crear un espacio comercial y festivo, de facilitar el tráfico, de favorecer las condiciones de higiene y de embellecer la ciudad teniendo como modelo los boulevares parisinos. Para su construcción se demolieron muchas construcciones pertenecientes a las clases altas de la época, por lo que hubo mucha resistencia al proyecto. Además, fue necesario derrumbar una parte del Cabildo de Buenos Aires. En sus hoteles, bares, restaurantes y palacios tuvo lugar la vida pública, política y cultural de la Buenos Aires de principios del siglo XX. En la actualidad, es posible observar en su arquitectura el aporte inconfundible de los inmigrantes españoles, franceses e italianos. Los invito a un breve recorrido por la Avenida de Mayo. ¿Están listos? ¡Nos vamos a caminar! 

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