Cosas que voy a extrañar del Sur
Mientras mis papás terminan los post sobre la Patagonia argentina (que parece que les faltan unos cuantos) yo tomo la posta para escribir uno de los textos que más me gusta: los de Cosas que voy a extrañar de… ¿Por qué me gusta escribir esto? Porque es como un repaso de todas las actividades o encuentros que más me gustaron del viaje. Ya lo hice cuando viajamos a Misiones y ahora le toca el turno a la Patagonia. Espero que sean muchos más como estos.
VOY A EXTRAÑAR EL CAMPING…
Hacer camping por primera vez fue una de las mejores experiencias de este viaje. Me encantó. No solo me gustó armar la carpa (aunque la parte de desarmarla se la dejaba a mis papás) y dormir en ella, sino que además me sentí completamente libre y feliz. Iba y venía por todas partes, saludaba a las personas, me hacía amigos todos los días (aunque me ponía un poco triste si se iban), corría hasta el lago y chapoteaba, pedía prestado el kayak y siempre había alguien que me lo prestara. Mi primera vez fue en Bariloche, en Villa Maitén, pero después acampamos en El Bolsón y en Esquel. Tan bien la pasé que mi mamá escribió este hermoso texto que los invito a leer: «Felicidad en estado camping».
VOY A EXTRAÑAR ANDAR EN KAYAK… Si bien me había subido a un kayak por primera vez en Puerto Madryn, esa vez me había dado un poco de «miedo» porque era en el mar y, la verdad, es que se movió mucho. En cambio, en los lagos del sur, fue un disfrute total el subirme a un kayak, porque siempre estaba cerca de la orilla y el agua apenas tenía correntada. Además, aprendí que no todos los que yo llamo «kayak» se llaman así, pero no importa porque por ahora para mí es solo una diversión y los llamo así a todos. Mis papás no podían creer cómo cada vez que veía alguno, me acercaba a la persona que yo creía que era el dueño, lo saludaba con mi sonrisa compradora y le pedía si me lo prestaba. Sin vueltas. Ellos se morían de vergüenza, pero se reían y los dueños de los kayacs siempre respondían afirmativamente a mi pedido. En las fotos que siguen, les comparto solo algunas de las tantas veces que me subí a alguno. ¿Ustedes anduvieron en Kayak? ¿Les gusta?
VOY A EXTRAÑAR TIRAR PIEDRAS EN LOS LAGOS….
La primera vez que vi un lago me enamoré. Fue en la primera foto que ven debajo de este texto. Habíamos llegado a Bariloche ese mediodía, habíamos dormido una siesta (porque el avión salió muy temprano) y habíamos ido al Centro Cívico de la ciudad. Desde ahí, bajamos por primera vez al lago. Por primera vez para mí, porque mis papás ya lo conocían desde hace mucho. Fue amor a primera vista. Me descalcé, comencé a saltar, a mojarme hasta las rodillas y a tirar piedras. Estas dos últimas acciones fueron de mis preferidas durante todo el viaje. El agua de los lagos estaba fría, pero yo me metía casi siempre hasta la cintura, chapoteaba mucho y tiraba piedras. En una salida a la Península de San Pedro, mi papá me enseñó a jugar «sapito», pero por ahora no me sale. ¿A ustedes les sale?
VOY A EXTRAÑAR HACERME AMIGO DE LOS GUÍAS…
No lo hago apropósito, me sale solo. Siempre que vamos a algún lugar donde hay un guía, yo me engancho de más, me encariño (y creo que ellos/ellas se encariñan conmigo!). Mis papás dicen que soy muy sociable (a veces, demasiado, piensan) y puede ser que algo de razón tengan. Cuando fuimos al Parque Nahuelito me maté de risa con Poroto. Cuando fuimos a Aldea Duende, me compré a Melody todo el paseo y cuando fuimos al Cerro Otto, logré que Martín me dieran hasta un amuleto para cuidarnos de los pumas. Siempre terminaba de la mano de ellos y después actuaba un poco yo de guía. Me encantaba!
VOY A EXTRAÑAR A MIS AMIGOS DEL CAMINO…..
Cuando nos fuimos del camping de Bariloche, después de estar una semana allí, me puse triste. Mi mamá, que siempre está atenta a lo que me pasa, enseguida percibió eso en mi cara y tomó una fotografía que siempre voy a recordar. En ese momento quiso explicarme que no está mal sentirse triste por las despedidas, porque quiere decir que el momento que pasamos con esas personas fue muy bueno y que eso es lo que tenemos que recordar. Puede ser que ella tenga razón, pero yo igual voy a extrañar a mis amigos. Los recuerdo a todos, pero no me voy a olvidar de Martina y Vicente.
A ellos los conocí en el camping de Bariloche la primera semana que llegamos y nos hicimos muy amigos. Tanto, que cuando volvimos a la ciudad, un mes después, nos encontramos para jugar en una plaza y, después, nos invitaron a su casa a comer unos ricos ravioles. ¡Gracias! También jugué mucho, los últimos días, con Felipe, un nene más pequeño que yo, pero al que me gustaba mucho cuidar.
Otra amiga que no voy a olvidar es a Maika. Ella es la hija de unos amigos de mis papás, que nos alojaron en un paraje a 20 kilómetros de El Bolsón. Maika tiene mi misma edad y pasamos casi tres días enteros juntos. La pasamos muy bien, pero nos peleamos un poco. Teníamos como una relación amor-odio. Al principio me cansó un poco, pero después fue muy divertido.
VOY A EXTRAÑAR A LOS ANIMALITOS…
Además de mis amigos niños, me hice muchos amigos perrunos, que también voy a extrañar, pero no tanto, porque puedo seguir acariciando perros en cualquier lugar del mundo. Ya le pedí varias veces a mí mamá tener un perrito en casa, pero me dijo muy convencida que «NO». Que no tenemos lugar para un perro y que no tendríamos con quién dejarlo cuando nos fuéramos de viaje (y parece que piensan viajar por un largo tiempo más). Así que me tuve que conformar con abrazar y jugar a los perritos que me encontré en el camino. Eso sí, siempre hago lo que me dijo mamá. Primero busco al dueño o a la dueña, después le pregunto si lo puedo acariciar o alzar y, de acuerdo con su respuesta, lo hago. Me está dando buenos resultados esto de preguntar.
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VOY A EXTRAÑAR HACER DEDO…
Cuando nos fuimos de viaje siete meses por Europa o cuando estuvimos por Salta y Jujuy, mi papá se moría de ganas de hacer dedo conmigo, pero mi mamá le decía que tenía que esperar, porque yo no podía usar el cinturón de seguridad ni me quedaba quieto al costado de la ruta. En ese momento, escribieron ¿Se puede viajar a dedo (autoestop) con bebés? y claro que algunas cosas cambiaron porque ahora ya soy un niño. Por eso, mi papá disfrutó mucho en este viaje de hacer dedo conmigo. Siempre fueron tramos cortos, pero suficientes para que a mí me guste mucho la actividad.
Es más, tanto me gustó que el día en que nos fuimos a tomar La Trochita, me paré en na esquina (como les cuenta mi mamá en la foto de instagram) y pensé que alguien me tenía que llevar. El primer dedo del viaje fue hasta Colonia Suiza. Y el último fue un taxista (sí! un taxistas! desde el puerto de Villa La Angostura hasta la ciudad). Después hubo varios de los que no tenemos foto, pero que seguro me recuerdan!
VOY A EXTRAÑAR SUBIR MONTAÑAS…
Si bien todavía no subí ninguna al estilo trekking (aunque «escalo» todo lo que se me presenta adelante), subí varias en aerosilla y en teleférico y me encantó la experiencia! Sobre todo esa sensación de ir subiendo y tener unas vistas hermosas de lo que nos rodea. Nuestra visita al Cerro Otto fue en teleférico (al que yo llamaba «helicóptero» cuando más pequeño) y la visita al Cerro Campanario fue en aerosilla.
VOY A EXTRAÑAR LOS BOSQUES…
Correr por los bosques fue de las actividades más lindas que hicimos porque me sentía más libre de lo que suelo sentirme. Me encantó que el día de la visita al Bosque de Arrayanes haya llovido, porque bajar los escalones mojados fue pura adrenalina. Me encantó caminar y descubrir animales y plantas en los senderos del Lago Puelo y me encantó el camino hacia la cascada Ñivinco, porque además de caminar en el bosque tuve que cruzar un río y trepar varios troncos (y eso de trepar me encanta. ¿Ya les dije que me trepo a todo lo que veo? Sino se los dije yo, seguro que se los dijo mi mamá en algún momento…).
VOY A EXTRAÑAR LA MAGIA…
Aunque tenga un papá mago, no es lo mismo tenerlo en casa que visitar escuelas e instituciones con él. Cada vez que vamos a algún lugar yo disfruto mucho de su magia y de los aplausos que le dan los demás nenes y nenas. Me encanta que lo aplaudan y me encanta seguir sorprendiéndome como el primer día. Los invito a leer la experiencia de #patagoniamagica (tiene pidas historias) y a disfrutar de este video resumen. https://www.youtube.com/watch?v=WAS8mAhiM4c&t=3s
Y voy a extrañar los chocolates (¡probamos muchos!)….
Espero que hayan disfrutado de mis andanzas viajeras. Si van a viajar con niños a lo mejor les interesa leer Todo para Viajar en Familia.
Acá les dejamos dos listas de excursiones, paseos y servicios para disfrutar Bariloche al máximo. Podés comparar opciones y precios entre ellas. EXCURSIONES EN BARILOCHE 1 y EXCURSIONES EN BARILOCHE 2.
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