Historias de dedo en África I (incluye algunas reflexiones)
Les presentamos algunas historias de dedo en África, pero en nuestro libro Magia es Viajar pueden leer más (y estas mismas con más detalles). Teorías “Fuera de
Buceo con tiburones blancos en Gansbaii
¿Leones? No. ¿Elefantes? No. ¿Cebras? No. Bueno, sí, sí vimos todos esos animales y muchos más, pero me refiero a uno que probablemente no está incluido
¿Nat Geo? ¿Discovery Channel? No, Magia en el Camino Channel
Noche cerrada, cielo muy estrellado, marea baja, playas anchas y desiertas, muy desiertas. La camioneta circula velozmente sobre la arena húmeda y de repente, frena:
Los bosquimanos de hoy en día (¿o de siempre?) – Botswana
Mis ”héroes” de la infancia, los Masai, viven muy lejos de donde estoy ahora. Ellos habitan el norte de Tanzania y sur de Kenya y
Un niño de 42 años
Todos tenemos un niño dentro, los magos tenemos 2 y de safari… ya somos 3... Algunos párrafos sueltos sobre mis experiencias: El olor del combustible Los elefantes nos ven como una sola cosa, como una unidad. Eso nos dijo el guía del safari antes de salir. El olor a combustible del vehículo impedirá que nos puedan oler. Menos mal, porque los elefantes africanos son extremadamente agresivos. De bajarnos del auto, a la distancia que estuvimos de ellos, no teníamos chance de sobrevivir. Una tarde pasó uno tan cerca de nuestra carpa, en Linyanti, que pensé que nos iba a oler y se iba a enloquecer. Por suerte decidió seguir su paso hacia la copa de un árbol para comer. Son enormes. Los machos andan solos y las hembras con las crías. Al año, los elefantes machos abandonan la organización matriarcal y comienzan su vida adulta. El Parque Nacional Chobe es un lugar ideal para disfrutar de estos animales. Hay montones de ellos y destruyen todo a su paso. La escenografía del parque lo demuestra con miles de árboles derrumbados. Sus excrementos, del tamaño de una cabeza humana, completan la escena. Los hay por doquier. Es un espectáculo increíble verlos caminar solos o de a muchos, grandes o pequeños. Si nos acercábamos demasiado con el todo terreno se ponían nerviosos, agitaban la cabeza, levantaban la trompa para olernos y hacían ruido. Cuando daban dos pasos hacia nosotros, me sentía completamente vulnerable. Su poder es inmenso, bestial. Podían dar vuelta al 4x4 como yo doy vuelta una hoja de papel. Si estaban sobre el camino, siempre esperábamos que se muevan. ¿Qué sentí? Respeto, o si lo prefieren, cagaso. Qué belleza. ¡Al fin y al cabo siempre le buscan la 5ta pata al elefante!
Museo del Apartheid
Dos nenes correteando. Ambos muy chiquitos, no más de tres años cada uno. Riendo y gritando. Uno negro y el otro blanco. El lugar de
Anécdotas y consejos para regatear
Un día, en Asilah, Marruecos, caminábamos por la medina cuando Aldana decidió entrar a ver el precio de unos collares y pulseras que quería comprar. No era un negocio distinto a otros donde ya habíamos entrado alguna vez, tanto en ese viaje como en otros. Era el típico lugar donde sabíamos que el precio de lo que íbamos a comprar se definiría, sí o sí, regateando. Aldana elige algunos, mira otros, compara éstos con aquellos y se decide por varios. Durante todo ese tiempo el vendedor, que hablaba español, solo nos miraba o se dedicaba a seguir con sus cosas. Cuando llegó el momento de pagar, nos dice el precio de uno de los collares al que por supuesto nosotros nos negamos y le ofrecimos una cifra mucho más baja. En ese momento, Abdul (llamemos así al vendedor) me dice: “Ahh, ¿a ti te gusta regatear? ¿Tú crees que sabes regatear?” No era la respuesta a la que estábamos acostumbrados de un vendedor de este tipo de puestos de mercado, por lo que me sorprendió. Mi respuesta fue un “sí”, no muy enérgico, a ambas preguntas. Ya lo habíamos hecho en mil lugares, siempre creyendo que habíamos obtenido un buen precio por la mercancía en cuestión, motivo por el cual mi respuesta estaba fundamentada. Al menos para nosotros. Acto seguido, Abdul descuelga un objeto, no recuerdo bien qué era, y a continuación sucedió, resumiendo, lo siguiente:
Madryn, con «M» de Magia
Y como en nuestros viajes no podía faltar la magia, nuestro proyecto educativo y mágico desembarcó en Puerto Madryn. Primero visitamos el hospital Andrés Isola
Alegría
Alegría es lo que sentimos cuando viajamos, alegría es lo que sentimos cuando preparamos un viaje, alegría es lo que transmitimos y nos transmiten los
Algunos consejos sobre las low cost (o vuelos baratos)
Todos los viajeros (actuales y potenciales) habrán escuchado hablar de las low cost: las aerolíneas que ofrecen pasajes más baratos que los que ofrecen, por ejemplo,
Nazca, estación cumpleaños
Increíblemente ya pasé 2 cumpleaños seguidos fuera de casa. La sensación… muy diferente. Hace un año aún nos estábamos alejando. Hoy, estamos regresando. En aquel
Magia en Lima: los chicos no están tan solos
Presentaciones de Magia en el Camino en Lima, Perú