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Author: Aldana Chiodi

[sg_popup id="2" event="onload"][/sg_popup] Esta entrada forma parte de la categoría Rincones de Buenos Aires. Es un poco extensa, pero vale la pena recorrerla. La Avenida de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires, es una de las avenidas más emblemáticas y características del centro porteño. Comienza y termina en dos plazas. Une la Plaza de Mayo, donde se localiza la Casa de Gobierno (conocida como la Casa Rosada) y la Plaza del Congreso, donde en uno de sus extremos se encuentra el Palacio del Congreso de la Nación Argentina. Las 9 o 10 cuadras (depende cómo se las cuente) que unen las dos plazas son testimonio de una época que buscaba mostrar toda la opulencia del momento. A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la ciudad miraba hacia Europa y la necesidad de modernización no pasó desapercibida para sus entonces gobernantes. Así fue que la Avenida de Mayo se abrió con los objetivos de: crear un espacio comercial y festivo, de facilitar el tráfico, de favorecer las condiciones de higiene y de embellecer la ciudad teniendo como modelo los boulevares parisinos. Para su construcción se demolieron muchas construcciones pertenecientes a las clases altas de la época, por lo que hubo mucha resistencia al proyecto. Además, fue necesario derrumbar una parte del Cabildo de Buenos Aires. En sus hoteles, bares, restaurantes y palacios tuvo lugar la vida pública, política y cultural de la Buenos Aires de principios del siglo XX. En la actualidad, es posible observar en su arquitectura el aporte inconfundible de los inmigrantes españoles, franceses e italianos. Los invito a un breve recorrido por la Avenida de Mayo. ¿Están listos? ¡Nos vamos a caminar! 

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  Aeropuerto moderno (como casi todos los de las grandes ciudades del mundo). Autopistas, muchas autopistas. Mientras viajamos desde el aeropuerto a la casa de nuestro couch, en un barrio de blancos, miro por la ventanilla. Desde allí observo la fisonomía de la ciudad. No puedo evitarlo. Veo los township, que son los barrios donde eran obligados a vivir los negros durante el Apartheid y que nos los habían presentado como las villas miserias en Argentina, pero no son así. Son barrios precarios, pero con construcciones de cemento y bastante organizados. Si bien en los alrededores de la ciudad sí se encuentran algunos asentamientos precarios como los que estamos acostumbrados a ver en Latinoamérica, no son los townhips (o por lo menos no son todos así). Cerca de estos barrios están los barrios con casas enormes y complejos de casas de alta categoría, con rejas, muros, cerca electrificada y carteles que nos avisan que “están protegidos”. Si bien viven en ellos algunas familias negras, son, principalmente barrios de blancos.