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Author: Aldana Chiodi

  Algunos lugares nos llenan de colores, como pasó con el mar de Quirimbas. Otros, en cambio, sentimos que son para mirar en blanco y negro. No sabemos bien por qué. Puede ser un poco por su historia, por el estado actual de su arquitectura, por las actividades de sus pobladores... Sea por lo que sea, eso es lo que nos pasó con la isla de Ibo, la isla más grande y poblada del archipiélago de las Quirimbas.  

 

      El domingo es un día especial. Para bien o para mal es un día que no pasa desapercibido para la mayoría de las personas. Para algunos es triste, aburrido y deprimente. Es el comienzo de una nueva semana llena de obligaciones y rutina. Para otros, en cambio, es el día para disfrutar de una buena comida en familia, salir a pasear, recorrer algún sitio especial y recibir la semana con una sonrisa (aunque deseando que el fin de semana se estire un poco más). En Maputo, al igual que en varias ciudades del mundo, muchos de sus habitantes eligen pasar el día en familia o con amigos. Para eso, uno de los lugares favoritos es la costanera y su mar. La familia en pleno momento “romántico”.  

Siempre escuchamos hablar sobre los viajes “en el tiempo” y lo bueno que sería ir y volver de un año a otro cuando quisiéramos. Pero nunca se habla de los viajes en el espacio. No me refiero a los viajes “al” espacio, sino “en” el espacio. Muchos me dirán que estos viajes ya existen: son los que hacemos si nos desplazamos, por ejemplo, de una ciudad a la otra o de un país a otro gracias a los medios de transporte modernos, como el avión. Sí, esos sí existen. Pero yo me refiero a otros. ¿Se imaginan caminar unas cuadras y estar en una ciudad, dar vuelta en una esquina y aparecer en otra, andar tres cuadras más y sentirte en otra ciudad? Bueno, algo así ocurre con Maputo. Por eso digo que es como hacer un viaje “en el espacio”. Ya les dije que amo la geografía urbana, no? A veces parece alguna ciudad de India…